Grupos de la oposición tunecina han criticado la decisión del presidente Kais Saied de destituir a la ministra de Comercio y Desarrollo de las Exportaciones, Fadhila Rebhi, y al gobernador de Sfax, Fakher Al-Fakhfakh, calificando la medida de reconocimiento del "fracaso" de su mandato, según ha informado Al-Quds Al-Arabi. Las destituciones fueron anunciadas el viernes en un comunicado difundido por la presidencia tunecina.
"Ahora, todos los que colaboraron con Kais Saied, incluidos ministros y gobernadores, deben prepararse para convertirse en 'cabezas de turco'", ha declarado Rafik Abdessalem, responsable del opositor Movimiento Ennahda. "Empezará a despedirlos uno a uno hasta que sea el único que quede en pie. Cada vez que se enfrente a una crisis echará a uno de sus ministros o funcionarios para hacerles responsables de su propio fracaso."
Según el jefe del partido Al-Majd, los despidos se han debido a la bajísima participación en las elecciones legislativas del mes pasado. "Saied quiere absorber la ira pública para allanar el camino a la próxima ronda electoral, de la que quiere sacar un parlamento aceptable para él y capaz de imponer la Constitución que ha redactado", declaró Abdel Wahab Hani. "Es peligroso dejar instituciones ministeriales, estatales y administrativas vitales sin nadie al mando. Aunque alegue que quiere 'salvar' el Estado, lo está destruyendo y creando el caos".
Tales destituciones, añadió Habib Bouajila, del movimiento Ciudadanos contra el Golpe, pretenden dar a entender que el presidente está buscando soluciones a los dilemas a los que se enfrenta para que se logre la estabilidad prometida. "Cuando su rumbo flaquea, necesita chivos expiatorios. La única salida, sin embargo, es que Saied dimita para que el país pueda retomar el rumbo de la legitimidad."
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