Israel está llevando a cabo planes para expropiar franjas de tierra palestina en Cisjordania ocupada y transferirlas a sus "propietarios judíos anteriores a 1948". Una cláusula del acuerdo de coalición del gobierno israelí de extrema derecha dice que éste dará instrucciones a los organismos pertinentes para que inicien el proceso de transferencia y dejen paso a la construcción de asentamientos ilegales exclusivamente judíos.
Según estimaciones recogidas por Haaretz, la medida podría afectar a unos 13.000 dunams (3.250 acres) de tierra en Cisjordania ocupada y a unos 70 edificios en Hebrón, que al parecer eran propiedad de judíos antes de 1948, cuando Israel limpió étnicamente a tres cuartas partes de la población no judía del territorio que pasó a formar parte del Estado del apartheid.
Tras la demolición de unos 600 pueblos palestinos, Israel promulgó leyes, que los grupos de defensa de los derechos han tachado de racistas, para impedir el regreso de los palestinos a sus hogares. Leyes como la "Ley de Propiedad de Ausentes" se utilizaron para confiscar viviendas y edificios palestinos y entregárselos a colonos e inmigrantes judíos.
El plan socava el acuerdo legal y político que existía desde 1948, cuando Jordania supervisó el mantenimiento de Cisjordania. Israel inició una segunda oleada de limpieza étnica en 1967 y completó su toma militar de Palestina. Las propiedades en cuestión fueron designadas como "tierras enemigas" y, desde la década de 1990, la política del gobierno israelí ha dictado que el estatus legal de las propiedades tendría que ser determinado por un futuro acuerdo de paz en lugar de ser devueltas a sus propietarios judíos.
Los dos principales partidos del actual gobierno israelí, el Likud y el Sionismo Religioso, han declarado explícitamente su deseo de crear lo que denominan el Gran Israel. Ambos rechazan el derecho palestino a la autodeterminación y desde que llegaron al poder han tomado medidas para ejecutar sus planes.
Según fuentes citadas por Haaretz, uno de los posibles objetivos de esta medida podría ser la construcción del mercado mayorista en la Hebrón ocupada, donde el gobierno planea levantar 70 viviendas para judíos. Mientras Cisjordania estuvo bajo dominio jordano, el solar fue arrendado al municipio de Hebrón como arrendatario protegido. Tras la ocupación israelí de Cisjordania en 1967, se mantuvo esa condición.
La zona fue declarada zona militar tras la masacre de 29 fieles musulmanes perpetrada en 1994 por el colono judío estadounidense Baruch Goldstein. Desde entonces, se prohibió la entrada a los vendedores que alquilaban espacios a la ciudad. La orden se ha renovado en repetidas ocasiones. En 2019 se elaboraron planes para desarrollar un asentamiento exclusivamente judío, pero hasta ahora se ha enfrentado a una dificultad tras otra.
Samar Shehadeh, un abogado que representa al municipio de Hebrón, dijo que si efectivamente se transfiere la propiedad nadie estará interesado en preservar los derechos de los que gozan actualmente los inquilinos palestinos.
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