La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, visitará Argelia a principios de la próxima semana para garantizar la continuidad del flujo de gas. Los países europeos prefieren ahora apostar por las relaciones bilaterales con Argelia tras el fracaso del acuerdo entre este país y la Unión Europea (UE).
Tras su llegada al poder en Italia a finales de octubre pasado, y a pesar de su afiliación a la extrema derecha, Giorgia Meloni eligió Argelia como uno de sus primeros destinos en el extranjero. Esto se explica por la importancia de Argelia como fuente de gas para Italia y como importador de muchos materiales del mercado italiano. Argelia se convirtió en vital para Italia tras la operación rusa contra Ucrania para garantizar el gas, y Argelia se convirtió en la tercera fuente de gas para Europa.
El consejero delegado de Eni, Claudio Descalzi, declaró en una entrevista la semana pasada que el suministro de gas italiano estará más seguro el próximo invierno, y añadió que Italia tendrá suficiente gas en 2023 y 2024 sin interrupciones si consigue aumentar las importaciones desde Argelia. La visita de Giorgia Meloni explica el interés de Roma por asegurarse su cuota de gas.
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La primera ministra prosigue la política de su predecesor Mario Draghi, que realizó dos visitas a Argelia en el último año y medio. Italia quiere profundizar en las relaciones para convertirse en el principal socio y sustituir a Francia y España en muchos sectores argelinos. El presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, también declaró que prefería a Italia antes que a Francia y España.
Ante el deterioro de las relaciones entre Argelia y la UE, cada país se esfuerza por mejorar sus relaciones con Argelia para garantizar el gas y un mercado africano prometedor. Francia y luego España figuran entre los grandes perdedores en la obtención de petróleo y gas, y los países europeos apuestan fuerte y unilateralmente por reforzar las relaciones con Argelia después de que este país anunciara su intención de unirse al grupo económico BRICS.