Israel está enfadado porque enviados de la UE y otros países occidentales visitaron el pasado miércoles la mezquita de Al-Aqsa, en la Jerusalén ocupada, sin coordinación previa con las autoridades de ocupación, informó el domingo Israel Hayom. Según el periódico, la delegación incluía a unos 30 diplomáticos de países de la UE, Canadá, Australia y Argentina.
En su lugar, se coordinaron con el Waqf islámico de Jerusalén, que es el organismo administrativo religioso que cubre el Noble Santuario de Al-Aqsa.
"Nos unimos a diplomáticos de ideas afines en la mezquita de Al Aqsa para demostrar nuestro apoyo a la custodia jordana de los lugares sagrados cristianos y musulmanes de Jerusalén", tuiteó el consulado británico en la ciudad santa. "Seguimos promoviendo los acuerdos históricos de statu quo que permiten a las tres religiones abrahámicas rendir culto en la Ciudad Vieja".
El periódico informó de que un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí expresó su indignación. "Esta visita fue irresponsable y podría haber llevado a la provocación y la incitación", dijo. "El Ministerio de Asuntos Exteriores seguirá implicándose por la vía diplomática para evitar pasos que puedan conducir a una escalada y ha dejado claro a la UE que no se lo toma a la ligera".
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