El jefe del Movimiento Islámico en Israel, jeque Raed Salah, declaró el lunes que las repetidas incursiones y ataques israelíes contra la mezquita de Al Aqsa forman parte de los esfuerzos del Estado de ocupación por crear e imponer una presencia religiosa talmúdica en el lugar de culto musulmán.
Salah dijo a los periodistas que Israel intenta conseguirlo no sólo mediante repetidas incursiones en el Noble Santuario, sino también exigiendo que se abra para tales violaciones los siete días de la semana, incluidos los viernes, e incluso durante el mes sagrado musulmán del Ramadán.
"Todos estos esfuerzos acabarán en fracaso, y la mezquita de Al-Aqsa permanecerá en su lugar y con su ambiente, su vida y su soberanía", insistió Sh Salah. "Además, seguirá siendo un derecho puramente palestino, árabe e islámico".
Señaló que los intentos de asaltar Al-Aqsa no son nuevos, sino que comenzaron en los primeros días de la ocupación de 1967. La mezquita de Al-Aqsa es objeto de incursiones diarias de colonos judíos ilegales por la mañana y por la noche, excepto los viernes y sábados, que son días festivos oficiales en el Estado de ocupación. Los colonos siempre están protegidos por soldados o policías israelíes fuertemente armados.