El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, viajó por sorpresa a Jordania el martes para entrevistarse con el rey Abdulá, quien, según la Corte Real, subrayó la necesidad de que Israel respete el statu quo de la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén, informa Reuters.
El ministro israelí de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, irrumpió este mes en el recinto de la mezquita de Al-Aqsa, que los judíos veneran como el Monte del Templo, bajo fuertes medidas de seguridad. La visita enfureció a los palestinos y provocó protestas entre los Estados árabes.
El recinto es el tercer lugar más sagrado del Islam, después de La Meca y Medina, y el más sagrado del judaísmo.
Abdullah dijo a Netanyahu, que asumió el cargo el mes pasado y cuya visita a Jordania marca su primer viaje al extranjero desde que volvió al poder, que Israel debe respetar el "statu quo histórico y legal en la mezquita de Santa Aqsa y no violarlo", dijo la Corte Real.
El Monarca, que ha mantenido durante años tensas relaciones con Netanyahu durante su anterior mandato como Primer Ministro, fue citado diciendo al líder israelí que el fin de la violencia era crucial para permitir la reanudación de las conversaciones de paz entre palestinos e Israel, estancadas desde hace tiempo.
La oficina de Netanyahu dijo que los dos líderes discutieron asuntos regionales, especialmente la cooperación estratégica, de seguridad y económica entre Israel y Jordania.
Jerusalén es una cuestión especialmente sensible para la familia real hachemí de Jordania, ya que es la custodia de los lugares sagrados musulmanes y cristianos en la parte oriental de la ciudad.
El regreso de Netanyahu al poder ha acentuado la preocupación de Jordania por que las políticas de ultraderecha, que incluyen la aceleración de la construcción de asentamientos judíos en territorios palestinos de Cisjordania, desencadenen un nuevo ciclo de violencia.
El Reino teme provocaciones de grupos judíos de ultraderecha que realizan rezos en el recinto de Al-Aqsa, que los musulmanes consideran parte de la mezquita. Preocupa que la zona de oración pueda inflamar las pasiones religiosas.
Los nacionalistas religiosos judíos han irrumpido cada vez con más frecuencia en el recinto y han exigido el derecho de los judíos a rezar en el recinto de la mezquita, en movimientos que, según Jordania, socavan el acuerdo por el que los judíos y los no musulmanes pueden visitar el recinto pero no rezar. Este acuerdo ha prevalecido durante años.
Jordania es un firme aliado de Washington y acoge a muchas personas de ascendencia palestina. Confía en que la administración del presidente estadounidense Joe Biden presione a Israel para que mantenga el statu quo en la mezquita de Al Aqsa, cuyo mantenimiento paga Jordania.
Funcionarios dijeron a Reuters que se espera que el rey Abdullah visite Washington a finales de enero. Mantendrá conversaciones con altos funcionarios estadounidenses y posiblemente se reúna con Biden para abordar la cuestión de Jerusalén y las formas de impulsar el estancado proceso de paz en Oriente Próximo.
El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, habló con su homólogo jordano, Ayman Safadi, poco después de la visita de Ben-Gvir. Blinken subrayó la importancia de preservar el statu quo histórico en el lugar, según una declaración del Departamento de Estado.