El fenómeno del matrimonio infantil en Marruecos suscita un debate jurídico y de derechos humanos, en medio de las demandas de derechos humanos para encontrar soluciones que frenen este fenómeno creciente.
El 4 de enero, el ministro marroquí de Justicia, Abdellatif Wehbe, declaró: "En 2017 se registraron 26.000 casos de matrimonio de menores, cifra que disminuyó en 2020 a 12.000 y, en 2021, aumentó a 19.000."
En la Cámara de Consejeros (la segunda cámara del Parlamento), Wehbe pidió ilegalizar el matrimonio de menores, lo que desató la polémica sobre el fenómeno.
Wehbe dijo que con la penalización del matrimonio de menores y la abolición del permiso que da el juez al menor para permitir casos de matrimonio de este tipo, subrayando que "la edad apropiada para casarse es a partir de los 18 años".
Esta declaración dio ciertas esperanzas a las organizaciones de derechos humanos, ya que muchos activistas pidieron la penalización del matrimonio de menores.
Según el profesor Khaled Lahsika, investigador en Sociología de la Familia y Género del Instituto Universitario de Investigación Científica de la Universidad Mohammed V de Rabat, el término "matrimonio infantil" es el correcto para designar el fenómeno.
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Lahsika declaró a la Agencia Anadolu que este fenómeno es "una violación de los derechos naturales de los niños, que quizás todas las sociedades rechazan en el marco de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño".
En cuanto a la extensión del fenómeno, afirmó que "se da en zonas aisladas a las que no llegan las influencias culturales ni el desarrollo, especialmente las zonas rurales".
En su opinión, "la principal razón de la difusión de este fenómeno es el legislador... De hecho, el matrimonio de menores está prohibido en la legislación marroquí, pero debido a la excepción y al poder discrecional, la excepción se ha convertido en regla".
La ley permite el matrimonio de hombres y mujeres a partir de los 18 años y exige obtener el permiso del juez para casarse con mujeres de entre 15 y 18 años, mientras que a los hombres se les prohíbe casarse antes de los 18 años.
Lahsika subrayó la necesidad de anular esta excepción, ya que "permitir la discrecionalidad a la hora de tomar la decisión deja el destino de miles de niños en manos de otras personas que pueden decidir por ellos".
Para eliminar este fenómeno, los activistas de derechos humanos piden que se modifique la Ley de Familia para que la edad legal para contraer matrimonio sea de 18 años, y que se impida el matrimonio de menores de esa edad.
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El artículo 20 de la ley estipula que "el juez de asuntos familiares encargado del matrimonio podrá autorizar el matrimonio de una niña o un niño que no haya alcanzado la edad legal para contraer matrimonio, tal y como se estipula en el anterior artículo 19, en una decisión bien fundamentada que explique el interés y las razones que justifican el matrimonio, tras haber oído a los padres del menor que aún no haya alcanzado la edad de capacidad o a su tutor legal, con la asistencia de peritajes médicos o tras haber realizado una investigación social".
Hay muchas razones que explican la prevalencia del matrimonio de menores, entre las que destacan la "falta de concienciación entre las familias y la falta de respeto a la ley", según Bushra Abdo, responsable de la Asociación Tahadi para la Igualdad y la Ciudadanía (ATEC).
Ella declaró a la Agencia Anadolu que "el matrimonio precoz conduce a una alta tasa de divorcios en la sociedad", subrayando "la necesidad de sanciones estrictas para superar este fenómeno".
En concreto, pidió "cambiar la ley suprimiendo los párrafos del Código de Familia (ley), ya que permiten decidir el matrimonio de menores".
Abdo calificó de "realistas" las cifras de matrimonios de menores reveladas por la Fiscalía, y "las grandes ciudades viven la misma situación que las zonas marginales de Marruecos debido a la extensión de este fenómeno."
En 2021, la Fiscalía marroquí emitió un estudio sobre el fenómeno entre 2015 y 2019, que confirmó que el matrimonio de menores tiene "efectos negativos que afectan tanto al Estado como a la sociedad".
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Subrayó que la situación "requiere esfuerzos concertados y elevar el nivel de movilización de la comunidad" y consideró que el fenómeno "no es un asunto puramente judicial, cuyas razones se limitan a la gestión práctica de las disposiciones de los artículos 20 y 21 del Código de la Familia".
Según el estudio, "el fenómeno es un asunto de sociedad con múltiples causas, que incluyen causas sociales, económicas, culturales y religiosas. Sus resultados afectan a todas las partes de la sociedad".
En cuanto a la edad del matrimonio, el estudio registró que el mayor número de matrimonios, que es de 1.099, se produjo entre los que tenían entre 17 años y 17 años y medio, y el número de matrimonios de menores de más de 17 años y medio alcanzó los 744 casos.
262 menores se casaron entre los 16 años y medio y los 17 años, seguidos de 181 matrimonios de menores de entre 16 años y medio y 16 años, 13 matrimonios de entre 15 y 16 años y un caso de menores de 15 años.
El estudio afirmaba que la diferencia de edad predominante entre las menores y sus maridos oscila entre 5 y 15 años, seguida de una diferencia entre 15 y 25 años, y después de más de 20 años.
La Fiscalía concluyó que el matrimonio precoz afecta a la salud de la menor, además de sufrir violencia psicológica, económica, física y sexual.
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