El keffiyeh es un pañuelo tradicional del mundo árabe. La distintiva versión palestina en blanco y negro se ha convertido en uno de los símbolos más emblemáticos de la lucha y la resistencia contra la ocupación israelí. Para un brasileño de ascendencia libanesa, el keffiyeh forma parte de su identidad y estilo de vida; una especie de uniforme oficial para cada ocasión. De hecho, desde 1986, sólo se ve a Mohamad El-Kadri con un keffiyeh palestino en actos de solidaridad con Palestina, seminarios educativos, reuniones oficiales e incluso en actos sociales. El-Kadri es conocido como Mohammad Al-Filastini ("El Palestino") por sus amigos, aunque nació en la ciudad brasileña de Sao Paulo de padres libaneses.

Le pregunté por qué llevaba siempre el keffiyeh. Me dijo que seguía regularmente las noticias sobre Palestina y que le influyó Yasser Arafat, que siempre llevaba el kéfiyeh. "Desde ese momento, en 1986, empecé a llevarlo. Al hacerlo, represento la causa palestina y los derechos del pueblo ante mis compatriotas brasileños".

El-Kadri cree que el keffiyeh no es sólo una vestimenta palestina, sino también una forma de presentar Palestina, la causa palestina y los continuos crímenes de la ocupación israelí. "Regalo a cada figura brasileña que toma la iniciativa en el apoyo a Palestina un keffiyeh para consolidar la cultura de defensa del pueblo palestino. He regalado keffiyehs a muchas personas, incluido el presidente brasileño Lula da Silva".

Mohamad El-Kadri se afilió al Partido de los Trabajadores de Brasil en 1980 y se vio influido a apoyar la causa palestina como parte de los valores y principios del partido. El partido le propuso ser uno de sus candidatos en las elecciones parlamentarias brasileñas de 2018. "Acepté, por supuesto, porque quería ser la voz de Palestina y su pueblo en el parlamento. Nunca he dudado en apoyar al pueblo palestino frente a los crímenes de la ocupación israelí contra él." En aquella ocasión no obtuvo escaño, pero sigue esforzándose por conseguir que el mayor número posible de diputados se unan a la causa palestina.

Participó entonces en la creación del primer Frente en Defensa de los Derechos del Pueblo Palestino, respaldado por parlamentarios, incluidos senadores y diputados federales. El frente pretendía movilizar a más fuerzas nacionales, parlamentarios y personalidades influyentes de la sociedad brasileña para que apoyaran la causa palestina. La intención era mostrar al mundo que el gobierno brasileño y su pueblo siempre han defendido los derechos palestinos, incluso en foros internacionales.

"Creamos el frente hace 14 años y conseguimos atraer a muchas personas influyentes, así como a instituciones brasileñas y palestinas", explicó El-Kadri. "Queríamos presentar una imagen diferente de Palestina al pueblo brasileño".

Ahora es uno de los muchos activistas brasileños que han abierto los ojos del mundo a los crímenes de la ocupación israelí, lo que le ha convertido en objetivo de Israel y sus partidarios. En 2011 se le prohibió entrar en la Palestina ocupada durante su viaje para participar en un programa de conmemoración de la Nakba en la vecina Jordania. La prohibición se repitió en 2015, cuando intentó visitar Palestina con una delegación de periodistas y personalidades brasileñas.

"Fue desgarrador cuando Israel me impidió la entrada", dijo. "Sin embargo, les dije que no necesito permiso para entrar en Palestina, y que Palestina será libre algún día y no necesitaremos ningún permiso para entrar en nuestra tierra. Todavía espero visitar Palestina y rezar en la bendita mezquita de Al-Aqsa".

Con la reelección de Lula como presidente de Brasil, El-Kadri sabía que habría un giro diplomático hacia la causa palestina tras los años proisraelíes de Jair Bolsonaro. "El presidente Lula siempre ha apoyado a Palestina. Bajo Bolsonaro, no teníamos el mismo tipo de libertad para el activismo pro Palestina. Eso ha cambiado ahora".

Mohammed "Al-Filastini" El-Kadri ha hecho del keffiyeh palestino su identidad para reflejar su profunda afiliación con Palestina y su causa. Está convencido de que Palestina será libre desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, y de que la lucha continuará hasta conseguirlo.

"No hay más camino que el de la victoria y la libertad de Palestina", concluyó. "Oh pueblo de Palestina, mantened vuestra revolución, firmeza y lucha hasta que la victoria sea vuestra".

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