El Consejo de Ministros israelí decidió ayer aumentar el número de ciudadanos con licencia para portar armas facilitando el procedimiento de solicitud, según ha informado Haaretz. Según el Ministerio de Seguridad Nacional, 86 de las 100 ciudades en las que el porcentaje de los que ya tienen licencia es elevado son asentamientos judíos ilegales de Cisjordania ocupada.
Los datos muestran que el porcentaje de armas con licencia es bajo en los pueblos y ciudades, así como en los asentamientos haredíes y en las ciudades y pueblos árabes, aunque en estos últimos abundan las armas sin licencia. En los asentamientos de Adora, al sur del monte Hebrón, Kiryat Netafim y Neghot, un tercio de los residentes llevan armas. Alrededor de 148.000 colonos y ciudadanos israelíes poseen actualmente licencias para portar armas. Esta cifra excluye al personal de seguridad, soldados, policías y guardias fronterizos.
El anterior ministro de Seguridad Nacional, Gilad Erdan, suavizó los criterios para las licencias de armas en 2018. Los criterios incluían el servicio militar en unidades de combate y "la residencia en ciudades cuyos residentes merezcan una licencia para portar armas". Estos suelen ser asentamientos y pueblos fronterizos, según Haaretz. Los voluntarios de las organizaciones de rescate también pueden obtener licencias de armas.
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Una fuente policial señaló que el bajo porcentaje de armas con licencia en las ciudades árabes y haredíes se debe a que no sirven en el ejército y, por tanto, no cumplen los criterios necesarios para obtener la licencia. En cualquier caso, la "información de inteligencia" suele llevar a la policía a rechazar las solicitudes de licencia de ciudadanos árabes.
Tras los tiroteos del fin de semana en Jerusalén, el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, declaró que suavizaría los requisitos para obtener una licencia de armas. "Quiero más armas en las calles [para que] los ciudadanos israelíes puedan defenderse".
La iniciativa Gun Free Kitchen Tables, que reúne a organizaciones sociales que se oponen a la flexibilización de las licencias de armas, advirtió de que el armamento generalizado de los ciudadanos llevará al arrepentimiento. "La realidad actual es venenosa y mortal. El aumento del armamento ha disparado el número de asesinatos". El grupo insistió en que tener más armas en las calles no mejora la seguridad.
Los datos oficiales muestran que doce israelíes se suicidaron utilizando un arma autorizada en 2021. Otros dieciséis murieron al rebotar las balas. Además, catorce mujeres murieron por disparos de personas que utilizaban armas autorizadas.