El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, ha insistido en que las relaciones diplomáticas entre Teherán y Azerbaiyán no se verán socavadas tras el atentado perpetrado el viernes en la embajada de Bakú en la capital iraní, que causó la muerte del jefe de los servicios de seguridad de la embajada y heridas a dos guardias de seguridad.
Raisi hizo estas declaraciones durante una conversación telefónica con su homólogo azerbaiyano, Ilham Aliyev, tras expresar sus condolencias por el atentado. "Los gobiernos de Irán y Azerbaiyán no permitirán que las relaciones entre ellos se vean influidas por las insinuaciones de los malquerientes de las dos naciones", declaró.
Aliyev, por su parte, describió el incidente como "un crimen inesperado" y un "sangriento atentado terrorista", y añadió que "la cooperación de los dos países en este asunto debe ser tal que no se permita a nadie utilizar este tipo de incidentes para perturbar las relaciones amistosas de los dos países."
En un comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán se afirmaba que una "reciente campaña antiazerbaiyana contra nuestro país en Irán ha alentado este tipo de ataques contra nuestra misión diplomática".
La policía y las fuerzas de seguridad iraníes han detenido desde entonces al agresor que abrió fuego con un fusil Kalashnikov. El jefe de la policía de Teherán, Hossein Rahimi, confirmó la detención y reveló que una investigación preliminar aludía a "problemas personales y familiares" como móvil. Según la agencia de noticias iraní Mizan, la esposa del pistolero había desaparecido en abril tras una visita a la embajada y que él creía que seguía allí en el momento del ataque.
Las relaciones entre Bakú y Teherán son tensas desde la victoria de Azerbaiyán en la guerra de 2020 contra Armenia, estrecho aliado de Irán. Los desacuerdos sobre el propuesto corredor de Zangezur han aumentado las tensiones en los últimos meses. Azerbaiyán, que mantiene fuertes lazos con Turquía e Israel, también ha sido acusado por el gobierno iraní de connivencia con Estados hostiles y de interferir en sus asuntos internos.
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