El presidente ruso, Vladímir Putin, y el príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salmán, debatieron sobre las formas de garantizar la estabilidad de los mercados mundiales del petróleo, en el marco de la OPEP+.
El Kremlin dijo en un comunicado que los líderes también discutieron el desarrollo de la cooperación bilateral en los ámbitos político, comercial, económico y energético.
Las conversaciones se producen en un momento en que las sanciones europeas al petróleo ruso entran en una nueva fase, en la que las importaciones de derivados del petróleo ruso transportados por vía marítima quedarán prohibidas en la mayoría de los países de la Unión Europea a partir del 5 de febrero.
La prohibición de la UE puede empujar a Rusia a reducir su producción, mientras los miembros del bloque buscan otros proveedores para satisfacer sus necesidades de combustible.
Rusia es el tercer productor mundial de crudo, produce unos 11 millones de barriles diarios y exporta cerca de cinco millones de barriles de crudo al día y unos tres millones de barriles de derivados del petróleo.
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