Las autoridades de ocupación israelíes "deben desmantelar el sistema de apartheid que está causando tanto sufrimiento y derramamiento de sangre" en los Territorios Palestinos Ocupados, ha declarado este miércoles Amnistía Internacional.
"Desde que la organización lanzó hace un año una gran campaña contra el apartheid, las fuerzas israelíes han matado a casi 220 palestinos, 35 de ellos sólo en enero de 2023", ha añadido el grupo de derechos humanos. "Los homicidios ilegítimos contribuyen a mantener el sistema de apartheid de Israel y constituyen crímenes de lesa humanidad, al igual que otras violaciones graves y continuas cometidas por las autoridades israelíes, como la detención administrativa y los traslados forzosos."
Amnistía señaló que, en los últimos días, una serie de ataques mortales ha puesto de relieve la urgente necesidad de rendir cuentas. "El 26 de enero", por ejemplo, "las fuerzas israelíes llevaron a cabo una incursión en el campo de refugiados de Yenín y mataron a 10 palestinos, entre ellos una mujer de 61 años".
Otro ejemplo de agresión israelí citado por la organización se produjo, al parecer, en respuesta a un ataque palestino contra colonos judíos en un asentamiento ilegal israelí en la Jerusalén Oriental ocupada.
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"En respuesta a este ataque, las autoridades israelíes han intensificado el castigo colectivo contra los palestinos, llevando a cabo detenciones masivas generalizadas y amenazando con demoliciones punitivas de viviendas".
Esto ha puesto de manifiesto el "coste mortal del sistema de apartheid, en virtud del cual las autoridades israelíes controlan prácticamente todos los aspectos de la vida de los palestinos y los someten diariamente a opresión y discriminación mediante la fragmentación territorial y la segregación legal".
"Los palestinos de los Territorios Palestinos Ocupados (TPO) están segregados en enclaves separados, y los que viven en la Franja de Gaza están aislados del resto del mundo por el bloqueo ilegal de Israel, que ha provocado una crisis humanitaria y es una forma de castigo colectivo".
Todos los asentamientos de Israel en Cisjordania ocupada y Jerusalén son ilegales según el derecho internacional. Además, el castigo colectivo es equiparable a un crimen de guerra.