En la primera cumbre bilateral de alto nivel entre España y Marruecos en ocho años, las dos naciones firmaron 20 acuerdos diferentes que, según el primer ministro español, "consolidan una nueva era de confianza mutua y cooperación genuina como nunca antes había existido", informa la agencia de noticias Anadolu.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y 11 de sus ministros se reunieron el jueves con sus homólogos marroquíes para "sentar las bases del tipo de relación bilateral que queremos ahora y en el futuro".
Además de los 20 acuerdos, Sánchez dijo que las dos naciones se comprometieron a evitar políticas o discursos que "ofendan a la otra parte, especialmente cuando se trata de nuestras respectivas esferas de soberanía".
Con ello, Sánchez aludía probablemente a las reclamaciones de Marruecos sobre el Sáhara Occidental y los dos enclaves norteafricanos de España: Ceuta y Melilla.
Rabat y Madrid también establecieron una nueva vía de comunicación que permitirá a los países tratar en privado asuntos urgentes, "por complicados que sean".
La relación entre España y Marruecos se volvió extremadamente tensa en 2021, después de que España tratara en secreto al líder separatista del Sáhara Occidental para la COVID-19 a espaldas de Marruecos.
Poco después de conocerse la noticia del tratamiento COVID, las autoridades marroquíes se mantuvieron pasivas mientras miles de migrantes nadaban desde Marruecos a Ceuta.
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Pero los días de rencillas han llegado a su fin, según los dirigentes gubernamentales.
Entre los acuerdos firmados, los países acordaron encontrar nuevas vías de "migración regulada" y normalizar la circulación entre los territorios marroquí y español.
España también anunció una línea de crédito de 800 millones de euros (869 millones de dólares) para que empresas españolas inviertan en sectores estratégicos en Marruecos como el agua, la agricultura, el turismo y el ferrocarril. Otros acuerdos estuvieron relacionados con la cultura, la educación y la lengua.
Sánchez afirmó que ambos países pueden beneficiarse de la transición a la energía verde.
Aunque el líder español saludó la reunión del jueves como un "hito para España y Marruecos", no todos estuvieron de acuerdo.
"Sánchez está demostrando que es un peso ligero internacional en esta cumbre de Marruecos. La mitad de su propio Gobierno le dio plantón, al igual que el Rey Mohammed VI, que sólo le llamó por teléfono. Es difícil ser más ridículo", dijo Elías Bendodo, dirigente del conservador Partido Popular español.
De hecho, los ministros de Unidos Podemos del gobierno de coalición español no se unieron a Sánchez. Muchos se han manifestado en contra del reciente giro de Madrid hacia el apoyo al control marroquí del Sáhara Occidental.
Mientras tanto, el Frente Polisario, que defiende la independencia del Sáhara Occidental, fustigó a Sánchez por "ignorar" la opinión internacional sobre la cuestión.
"Somos dos países separados", dijo su delegado en España, Abdulah Arabi, al diario español Europapress.
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