La ONU ha advertido a todos los Estados miembros de que seis millones de personas afganas se enfrentan al riesgo de hambruna.
En un aviso mundial, la organización intergubernamental advirtió de que dos tercios de los afganos padecen hambre severa y necesitan ayuda urgente, informa ITV.
Cuatro décadas de guerra, catástrofes naturales y la pandemia de coronavirus han afianzado la necesidad de ayuda humanitaria.
En el verano de 2021 se declaró una sequía nacional, un año después las inundaciones mataron al menos a 20 personas y un terremoto causó más de 1.000 víctimas mortales.
Además, la retirada de las tropas estadounidenses y británicas en 2021 disparó la situación humanitaria en el país.
Una investigación realizada por parlamentarios británicos concluyó que la retirada del Reino Unido fue un desastre y que la mala gestión de la evacuación hizo que los talibanes se apoderaran rápidamente del país.
La situación se ha visto agravada por el peor invierno al que se ha enfrentado el país en 15 años, así como por la falta de alimentos y combustible.
Los desplazados en los campos de las afueras de Kabul soportan temperaturas de 18 grados bajo cero, según el informe.
En un hospital de Kabul se registra un aumento de 800 pacientes al día, muchos de ellos niños con desnutrición aguda grave porque sus padres no pueden permitirse alimentarlos.
El Programa Mundial de Alimentos ha declarado que el 90% de la población afgana no consume alimentos suficientes.
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