Una niña recién nacida fue rescatada de entre los escombros en Siria con el cordón umbilical aún unido a su madre sin vida.
Toda la familia de Al-Nour, el padre Abdullah Al-Malehan, su madre, Afra, sus cuatro hermanos y su tía, murieron bajo los escombros de su casa tras el terremoto de Jindayris, en el norte de Siria.
Un emocionado Khalil Al-Sawadi, pariente de la familia, declaró ayer a la prensa: "buscábamos a Abu Rudeina [Khalil] y a su familia. Primero encontramos a su hermana, luego a Um Rudeina y él estaba cerca de ella", según AFP.
"Oímos un ruido cuando estábamos cavando, y por voluntad de Dios (...) removimos la tierra y encontramos a una niña aún conectada a su cordón umbilical. Cortamos el cordón y mi primo la llevó al hospital", explicó.
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Los equipos de rescate consiguieron sacar los cuerpos de su familia tras horas de búsqueda, mientras el bebé recibía atención médica en una incubadora del hospital Jehan de Afrin, en el norte de Alepo.
Hani Maarouf, especialista en pediatría, declaró: "le dimos los primeros auxilios y le administramos calcio por vía intravenosa, ya que pasó horas sin ser amamantada", y añadió que "está estable, pero tiene graves hematomas en el cuerpo", afirmando que era probable que sufriera los hematomas en el vientre materno, y que podría haber nacido unas siete horas después de que se produjera el terremoto.
Su familia había sido desplazada de Deir Ez-Zor.