Los medios de comunicación informaron de que las autoridades argelinas retuvieron 200 coches tunecinos en la frontera entre ambos países como primera reacción al acuerdo de las autoridades tunecinas de deportar a la activista política argelina Amira Bouraoui. Algunos consideran esto el comienzo de una crisis diplomática entre los dos países.
Los medios de comunicación tunecinos informaron de testimonios de ciudadanos varados en los pasos fronterizos, concretamente en el de Babouch-Ain Darahim, donde uno de los testigos confirmó que las autoridades argelinas impidieron el paso a 200 coches tunecinos que transportaban mercancías y alimentos. Se pidió a los conductores que descargaran completamente sus vehículos para poder cruzar.
Los funcionarios de aduanas argelinos justificaron esta medida debido a una "crisis diplomática" con Túnez después de que este país aceptara pasar de contrabando a Francia a la activista argelina Bouraoui, cuando se esperaba que fuera deportada a Argelia.
Maher Al-Abbasi, ex dirigente del partido Tahya Tounes, compartió: "Después del 25 de julio, un ciudadano argelino (Suleiman Bouhafs) fue secuestrado tras solicitar asilo en Túnez y luego fue entregado a las autoridades argelinas en un incidente considerado como un estigma para siempre para el Estado tunecino. Al parecer, las autoridades tunecinas se negaron a entregar a una ciudadana argelino-francesa a las autoridades argelinas y le permitieron dirigirse a Francia. Independientemente del trasfondo de este comportamiento y de las presiones ejercidas por París, no podemos sino elogiarlo y estar al lado del Presidente Kais Saied contra todas las repercusiones que podrían generarse de este comportamiento en nuestras relaciones con Argelia. No hay que olvidar que ella permitió la fuga de Nabil Karoui (jefe del partido Corazón de Túnez), que es un hombre buscado. Al menos, se trata de reciprocidad sin hablar del aspecto de principio, que es la negativa a entregar a los refugiados a sus países."
"Este asunto debe ser aceptado por los argelinos con amplitud de miras, y si no lo aceptan, es su problema. Nos oponemos a Kais Saied hasta el último aliento, pero cuando adopta una postura honorable, estamos con él hasta el último aliento, morimos de pie con nuestra dignidad", expresó Al-Abbasi.
LEER: Bajo la presión de EE.UU., Lula retrasa el atraque de buques de guerra iraníes en Brasil
"Las aduanas de Argelia han recibido instrucciones de pedir a los tunecinos que regresan a Túnez que descarguen todas las compras de alimentos o no (ropa, regalos, zapatos, etc.) para poder volver a Túnez. El motivo es la crisis diplomática entre ambos países tras la huida de la opositora Amira Bouraoui a Francia a través de Túnez", añadió el activista Helmy Rayes.
"En primer lugar, Bouraoui presentó su pasaporte francés en la frontera tunecina, y las autoridades francesas la ayudaron a regresar a París. En segundo lugar, ¿qué daño hacen los ciudadanos que fueron a comprar mercancías para someterlos a una venganza y humillarlos debido a una crisis diplomática entre los tres países? En tercer lugar, las autoridades argelinas detuvieron a Nabil Karoui y Ghazi Karoui, los encarcelaron, luego los pusieron en libertad y les dejaron viajar a España sin prestar ninguna atención a la parte tunecina. Entonces, ¿por qué Argelia culpa hoy a Túnez de hacer lo mismo?". cuestionó Rayes.
El periodista Zied El-Heni declaró que Bouraoui: "Se dirigía a Francia y no obtuvo un sello de entrada en la frontera, por lo que fue detenida en el aeropuerto tras acusarla de cruzar ilegalmente la frontera con la ayuda de agentes de los servicios de inteligencia franceses (según el diario Le Monde). En lugar de enviarla a la justicia para ser juzgada, fue trasladada a la embajada de Francia en Túnez, donde permaneció cuatro horas, y en ese momento se estaban llevando a cabo negociaciones entre las autoridades tunecinas y francesas antes de que regresara al aeropuerto y se dirigiera a Francia después".
"Creo que lo que dijo Le Monde sobre la aprobación del viaje de Bouraoui por parte del presidente Kais Saied es correcto, ya que ella no puede salir de Túnez sin obtener la aprobación personal de Saied. Ella tenía dos opciones, y él eligió el mal menor. Si se compara la cooperación económica entre Túnez con Francia y Argelia, sin duda preferirá Francia", explicó El-Heni.
Hisham Badra, abogado de Bouraoui, presentó otro relato sobre la forma en que su cliente abandonó Túnez: "Compareció el lunes ante el juez en un tribunal de distrito de Túnez, y el juez decidió ponerla en libertad siempre que compareciera en una sesión el 23 de febrero (hasta ese momento no había amenaza de deportarla a Argelia.) La sesión se celebró en un despacho en presencia del juez, su secretario y dos abogados. Al terminar la sesión, dos agentes de seguridad vestidos de paisano intervinieron y se llevaron a Amira Bouraoui en un coche al aeropuerto sin dar ninguna explicación".
"La seguimos hasta el aeropuerto, pero no encontramos ningún rastro de ella, y no nos dieron ninguna explicación sobre el motivo de su detención. Este incidente me recordó el secuestro del opositor Hamma Hammami en la sala del tribunal bajo el reinado del ex presidente Zine El-Abidine Ben Ali", añadió Badra.