El presidente de Egipto ha negado la existencia de cualquier conflicto con Arabia Saudí, advirtiendo contra la incitación a la "sedición" en las redes sociales y los medios de comunicación.
En un discurso pronunciado el jueves en la inauguración de un proyecto industrial, el presidente Abdel Fattah al-Sisi declaró que "la política de Egipto siempre se ha caracterizado por la moderación, el equilibrio y la estricta disciplina hacia todos, tanto en el interior como en el exterior."
El presidente reveló que "sigo las redes sociales y a veces veo un entusiasmo excesivo. No quiero decir ninguna ofensa". Aclaró que más que hablar de cuestiones internas o domésticas, se refería a "cuestiones relacionadas con nuestra relación con nuestros hermanos", subrayando que "es algo a lo que hay que prestar mucha atención porque refleja el grado de nuestra comprensión y aprecio de las relaciones con nuestros hermanos."
Aunque no mencionó directamente a Arabia Saudí por su nombre, sus comentarios se produjeron después de que polémicas publicaciones y artículos de escritores egipcios y saudíes en las redes sociales hicieran especular sobre una creciente disputa política entre El Cairo y Riad.
LEER: 29 agresiones a periodistas durante la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Túnez
El periódico estatal egipcio Al-Gomhuria también publicó un artículo aparentemente insultante escrito por su redactor jefe, Abdel-Razek Tawfiq, que muchos interpretaron como una crítica o un ataque a Arabia Saudí, a pesar de no mencionar directamente al reino.
Tras suprimir ese artículo, el periódico publicó otro de Tawfiq titulado "El Cairo y Riad... el corazón palpitante del mundo árabe", en el que destacaba el "aprecio, respeto y orgullo de la relación entre Egipto y el reino hermano de Arabia Saudí".
Los defensores y partidarios del gobierno de Sisi hicieron pasar el asunto por una polémica en las redes sociales, como el diputado y periodista egipcio Mostafa Bakri, que afirmó que no hay ruptura en las relaciones entre Arabia Saudí y Egipto y que se trataba simplemente de una "guerra mediática en las redes sociales, que pretendía dañar la relación entre ambos países."