Según Naciones Unidas, el número de víctimas mortales de los terremotos de la semana pasada en el noroeste de Siria y el sur de Turquía podría superar las 56.000 personas.
La cifra de muertos más actual supera los 36.000, con al menos 4.614 personas muertas en las zonas de Siria controladas por el régimen y por la oposición, y al menos 31.643 muertos en Turquía.
El lunes de la semana pasada un terremoto de magnitud 7,8, seguido de otro de magnitud 7,5, derrumbó bloques enteros de apartamentos y destruyó infraestructuras.
Entre el lunes y el sábado se han producido más de 2.000 réplicas.
VIDEO: Sigue la esperanza en una Turquía sacudida por el terremoto
Siete días después, se desvanecen las esperanzas de que alguien salga con vida de entre los escombros. En la localidad turca de Hatay, una mujer fue sacada de debajo del edificio 176 horas después del terremoto.
Se cree que Turquía está pasando de las operaciones de rescate a las de recuperación. La Defensa Civil siria, también conocida como los Cascos Blancos, ha declarado que las operaciones de búsqueda y rescate han terminado, ya que es probable que no quede nadie con vida, y que ahora sólo están buscando cadáveres.
Unos 5,3 millones de personas en Siria se han quedado sin hogar tras los terremotos y necesitan refugio, según la Agencia de la ONU para los Refugiados.
El noroeste de Siria, en manos de la oposición, se ha visto especialmente afectado, y los daños causados por el terremoto y el mal tiempo han dificultado la entrega de ayuda.
Cuatro días después del seísmo, han empezado a llegar al noroeste de Siria materiales de socorro, alimentos y tiendas de campaña, pero los residentes locales afirman que no es ni mucho menos suficiente dada la magnitud del desastre.