Un Egipto con problemas de liquidez ha creado una oportunidad de oro para que los países del Golfo adquieran importantes activos en grandes empresas egipcias, mientras El Cairo espera un nuevo préstamo de rescate de 3.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Las inversiones de los países del Golfo en Egipto el año pasado ayudaron a aliviar algunas de las preocupaciones inmediatas de financiación que Egipto tenía, antes de obtener más fondos del FMI", dijo James Swanston, economista de mercados emergentes de Capital Economics en Londres, según AFP.
"Al mismo tiempo, ha permitido a los Estados del Golfo seguir teniendo una esfera de influencia en la región", añadió.
En el último año, la fuerte devaluación de la moneda egipcia provocada por las difíciles condiciones económicas, en las que el precio del dólar estadounidense se cambia por 30 libras egipcias frente a las 15,6 de marzo de 2022, han contribuido a aumentar la tasa de inflación general anual del país, dependiente de las importaciones, hasta el 26,5%.
Un reciente informe del FMI indicaba que los Estados del Golfo habían acaparado la mayor parte de las adquisiciones en el mercado egipcio durante el pasado año, en un momento en el que existía un plan gubernamental para "vender activos estatales" con el fin de cubrir un déficit de financiación de 17.000 millones de dólares en los próximos cuatro años.
En un informe publicado en diciembre, la publicación egipcia de noticias empresariales Enterprise afirmaba que en 2022 se completaron 66 fusiones y adquisiciones en Egipto, más del doble de las transacciones de 2021.
A la cabeza de los adquirentes se situaron el Fondo Soberano de Abu Dhabi (ADQ Holding Company) y el Fondo de Inversión Pública Saudí, que cerraron 40 operaciones, por un importe aproximado de 3.100 millones de dólares, "para adquirir al Gobierno grandes participaciones minoritarias en algunas de las empresas más poderosas que cotizan en la Bolsa egipcia", según el informe de Enterprise.