La Liga Árabe ha condenado la aprobación por la Knesset [Parlamento] israelí de una ley que permite al gobierno israelí revocar la "ciudadanía o residencia" a los ciudadanos palestinos de Israel y de Jerusalén y deportarlos a Cisjordania o la Franja de Gaza, si obtuvieron ayuda financiera de la Autoridad Nacional Palestina.
En una declaración emitida el jueves, la Liga calificó la ley de "injusta y racista, y constituye una peligrosa escalada y limpieza étnica".
El secretario general adjunto de la Liga Árabe para Asuntos de Palestina y los Territorios Árabes Ocupados, Said Abu Ali, afirmó que la ley forma parte del proyecto de desplazamiento forzoso aplicado por Israel en ausencia de disuasión internacional, lo que anima al gobierno israelí a persistir en su flagrante violación del derecho internacional.
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Añadió que la ley representa una consolidación de la política de castigo colectivo practicada por Israel contra el pueblo palestino. Se trata de una escalada de ejecuciones sobre el terreno, redadas y demoliciones de viviendas cometidas por el gobierno extremista israelí en Cisjordania, incluida Jerusalén. También señaló el creciente ritmo de construcción de asentamientos ilegales y de legalización de puestos avanzados, el último de los cuales es la legalización de nueve puestos avanzados en Cisjordania.
La secretaría general de la Liga Árabe hizo un llamamiento a la comunidad internacional, con sus Estados, organizaciones e instituciones, para que presionen a Israel, la potencia ocupante, para que intervenga inmediatamente y ponga fin a esta "ley racista" y a la "guerra abierta" contra el pueblo palestino.
Subrayó que la continuación de estas políticas y crímenes por parte de Israel en el marco de la aplicación de los proyectos y planes de anexión y judaización hará estallar la región, amenazando la seguridad y la paz en la región, y que tratar a Israel como un Estado por encima de la ley le anima a cometer más crímenes.