Un diputado egipcio ha solicitado una reunión informativa con el primer ministro y el ministro de Planificación para tratar el descenso del país en la clasificación mundial del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC).
Egipto cayó a su clasificación más baja en el IPC de 2022, ocupando el puesto 130 a nivel mundial, frente al 117 de 2021. También ocupó el 11º lugar en el mundo árabe junto con Mauritania.
En su solicitud de información, la diputada del Partido Socialdemócrata, Maha Abdel Nasser, dijo que es necesario plantear preguntas al gobierno sobre las razones detrás de la caída en la clasificación de Egipto.
Abdel Nasser exigió la apertura de una investigación inmediata a través de las autoridades de supervisión para detectar los esfuerzos reales del gobierno en la lucha contra la corrupción, y que los resultados de la investigación se anuncien al público en beneficio de la plena transparencia y credibilidad.
Tariq Morsi, ex miembro de la Comisión de Trabajo del Parlamento egipcio, declaró: "El descenso de Egipto en el IPC tiene múltiples connotaciones, la más simple y destacada de las cuales es que Al-Sisi patrocina y fomenta la corrupción, y que ésta crece y aumenta mientras la institución militar controle la autoridad."
"Las cifras no mienten, sino que declaran claramente que el Estado egipcio se derrumba bajo el gobierno de Al-Sisi", añadió.
El IPC, elaborado por Transparencia Internacional (TI), clasifica a 180 países de todo el mundo según sus niveles percibidos de corrupción en el sector público.
La región sigue luchando contra el autoritarismo, y los levantamientos de la Primavera Árabe no han logrado desmantelar las estructuras de poder que permiten a los de arriba mantener el control y obstaculizar la integridad política. "Esto ha provocado disturbios civiles generalizados -y conflictos violentos- mientras la gente lucha por sus derechos y por hacer oír su voz", explicó TI. "La inestabilidad y la consolidación del poder alimentan a su vez la corrupción política, alimentando el círculo vicioso de autoritarismo, corrupción y conflicto en todo el mundo árabe".