El ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí ha afirmado que el mundo árabe está llegando a un consenso sobre el hecho de que aislar a Siria no funciona y que es necesario dialogar con Damasco "en algún momento" para, al menos, abordar las cuestiones humanitarias, incluido el retorno de los refugiados, informa Reuters.
Las declaraciones del príncipe Faisal bin Farhan Al Saud en un foro de seguridad celebrado en Múnich el sábado suponen un cambio respecto a los primeros años de la guerra civil siria, que dura ya 12 años, cuando varios Estados árabes, entre ellos Arabia Saudí, apoyaban a los rebeldes que luchaban contra Bashar al Assad.
"Verán que no sólo en el CCG (Consejo de Cooperación del Golfo), sino en el mundo árabe hay un consenso cada vez mayor de que el statu quo no es viable", dijo.
El ministro dijo que, a falta de un camino hacia "objetivos maximalistas" para una solución política, se estaba "formulando otro enfoque" para abordar la cuestión de los refugiados sirios en los Estados vecinos y el sufrimiento de los civiles, especialmente tras el devastador terremoto que asoló Siria y Turquía.
"Así que en algún momento habrá que dialogar con el gobierno de Damasco para lograr al menos los objetivos más importantes, especialmente en lo que respecta al aspecto humanitario, el retorno de los refugiados, etc.", declaró.
Preguntado por las informaciones que apuntaban a su visita a Damasco tras las visitas de sus homólogos emiratí y jordano después del terremoto, el príncipe Faisal dijo que no haría comentarios sobre rumores.
Riad ha enviado aviones de ayuda al territorio sirio controlado por el gobierno como parte de las labores de socorro tras haber enviado inicialmente ayuda sólo al noroeste del país, controlado por la oposición.
Rechazado por Occidente, Assad se ha beneficiado del apoyo de los Estados árabes que han normalizado sus lazos con él en los últimos años, en particular Emiratos Árabes Unidos, que aspira a que la influencia árabe en Siria contrarreste la de Irán.
Assad ha recuperado el control de la mayor parte de Siria con el apoyo de Rusia, junto con Irán y grupos musulmanes chiíes respaldados por Irán, como el libanés Hezbolá.
Los EAU han presionado para que se reanuden las relaciones con Damasco, a pesar de la oposición de Estados Unidos, que ha impuesto sanciones a Siria que siguen siendo un factor de complicación.
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