Las autoridades tunecinas están redoblando sus esfuerzos para reprimir a destacados críticos y opositores del presidente Kais Saied con la detención de al menos diez personas en una semana de agitación política, según ha manifestado Amnistía Internacional este viernes.
En declaraciones grabadas en vídeo y publicadas el 14 de febrero en su página oficial de Facebook, el presidente Saied ha calificado de "terroristas" a las personas detenidas y las ha acusado de conspirar para socavar el Estado y manipular los precios de los alimentos para fomentar la tensión social. Entre ellos hay personalidades políticas, abogados, un ex ministro del gobierno y el director de una importante emisora de radio, según abogados y familiares.
"Detener a personas basándose en vagas acusaciones de conspiración es contrario a los derechos humanos fundamentales. Esta última ronda de detenciones es un intento deliberado de reprimir la disidencia, incluidas las críticas al presidente", ha declarado Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África. "El presidente Saied debe poner fin a esta caza de brujas por motivos políticos. Las autoridades deben centrarse, en cambio, en encontrar soluciones reales que ayuden a aliviar el sufrimiento de las personas duramente golpeadas por el desmoronamiento de la economía tunecina."
Según Amnistía, en al menos tres casos las autoridades han detenido a personas en aplicación de una ley que podría acarrear la pena de muerte y, en al menos cinco casos, las autoridades no han presentado pruebas de que los detenidos hayan cometido delitos, según los abogados. Los motivos de otras detenciones siguen sin estar claros.
Los abogados y familiares de cinco de los detenidos describieron una serie de redadas a primera hora de la mañana o por la noche en sus domicilios por parte de hasta 20 policías antiterroristas. A algunos se les negó el acceso a un abogado durante al menos 24 horas.
Una de las detenciones más destacadas fue la de Khayam Turki, ex miembro del partido de la oposición Ettakatol que ahora dirige un grupo de reflexión local. En la madrugada del 11 de febrero, la policía antiterrorista allanó su domicilio en Túnez y posteriormente lo interrogó sobre sus interacciones con políticos de la oposición, extranjeros y lo que describieron como una visita de diplomáticos extranjeros a su casa, según dijo su abogado a Amnistía Internacional.
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Entre otros se encuentran Abdelhamid Jlassi, ex alto cargo del partido opositor Ennahda que ha criticado abiertamente al presidente Saied, y otro miembro de Ennahda, Nourredine Bhiri. Los abogados de Bhiri dijeron a Amnistía Internacional que había sido detenido bajo la acusación de "intentar cambiar la naturaleza del Estado" en relación con unas declaraciones públicas que le atribuyen en las que llamaba a la resistencia contra la dictadura. Bhiri ya había estado detenido arbitrariamente durante casi 70 días a principios de 2022, antes de ser puesto en libertad sin cargos.
Esta semana, las fuerzas de seguridad también detuvieron arbitrariamente a Lazhar Akremi, conocido abogado y figura política que ha criticado a las autoridades en los medios de comunicación, y a Noureddine Boutar, director de Radio Mosaique, popular emisora que ha dado voz a críticas contra el presidente Saied.
Boutar, según dijo su abogado a Amnistía Internacional, fue interrogado sobre la línea editorial de su emisora de radio. El 18 de noviembre de 2022, el presidente se quejó públicamente de la cobertura que la emisora hacía de él mientras hablaba con un reportero de Radio Mosaique.
Amnistía Internacional ha informado ampliamente sobre la toma de poder del presidente Saied el 25 de julio de 2021. Desde entonces, las autoridades han detenido, investigado o procesado al menos a 32 personas en relación con sus críticas pacíficas a las autoridades.