Hamás condenó ayer la decisión de la Autoridad Palestina (AP) de retirar un proyecto de ley que tenía previsto proponer al Consejo de Seguridad de la ONU contra los asentamientos ilegales israelíes.
"La retirada por parte de la AP del proyecto de ley contra los asentamientos se considera una retirada en busca de ganancias no garantizadas", declaró en un comunicado Basem Naim, miembro del Buró Político de Hamás.
"La AP canceló un importante paso legal y restableció la cooperación en materia de seguridad a cambio de medidas tácticas ofrecidas por el enemigo: la congelación de los asentamientos hasta el final del Ramadán".
Naim hizo un llamamiento a la acción nacional para destituir a la dirección de la AP y sustituirla por otra acordada por consenso nacional.
"Es hora de llegar a un acuerdo nacional basado en una estrategia nacional, y reconstruir el sistema político palestino sobre la base de objetivos para lograr la libertad, la independencia y las ambiciones de retorno", dijo.
Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) informaron ayer al CSNU de su decisión de dejar de pedir la votación de un proyecto de resolución contra la expansión de los asentamientos ilegales por parte de Israel, acordando con la Autoridad Palestina (AP) abandonar la oposición tras la intervención de Estados Unidos.
Según funcionarios anónimos israelíes y estadounidenses, si el presidente de la AP, Mahmud Abbas, se comprometía a no recurrir a las Naciones Unidas para oponerse a Israel y a su decisión, Tel Aviv congelaría los planes de expansión de los asentamientos que había anunciado. Como parte del supuesto acuerdo, Israel también habría accedido a suspender temporalmente durante varios meses las acciones unilaterales en Cisjordania ocupada, como el anuncio de nuevas construcciones de asentamientos.
También se suspenderán durante unos meses las demoliciones de viviendas palestinas y los desalojos de palestinos, y disminuirá el número de incursiones militares israelíes en ciudades y campos palestinos.
Al parecer, Israel también acordó varias medidas económicas para aumentar los ingresos fiscales palestinos en más de 60 millones de dólares al año, y la AP aceptó empezar a aplicar el plan de seguridad presentado por Estados Unidos para recuperar su control sobre las ciudades cisjordanas de Yenín y Nablús, así como iniciar conversaciones para reanudar la coordinación en materia de seguridad con Tel Aviv.
Sin embargo, un funcionario de la oficina del primer ministro israelí ha negado la importancia del acuerdo, asegurando: "No hay ningún acuerdo. Terminamos todos los planes de construcción [de asentamientos] la semana pasada y, de todos modos, no teníamos intención de convocar al comité para aprobar otros nuevos en los próximos tres meses."
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