Un tribunal bahreiní va a juzgar hoy a tres reformistas religiosos por cuestionar supuestamente los fundamentos del Islam, ha informado AP. Al parecer, los tres son miembros de una sociedad cultural chiíta local, Tajdeed, que fomenta el debate sobre religión, y cuyos miembros han cuestionado anteriormente la jurisprudencia islámica y las opiniones de eruditos.
Los acusados han sido acusados de "socavar deliberadamente los fundamentos de la religión islámica en los que coinciden todos los musulmanes y sectas", según Bahréin News Agency. Fueron remitidos a un tribunal penal por fiscales especializados en ciberdelincuencia. Al parecer, la organización ha producido una serie de vídeos en YouTube que han enfurecido a destacados clérigos chiíes del país, de mayoría chií.
De ser declarados culpables, los acusados podrían enfrentarse a penas de hasta un año de prisión. Dos de ellos han sido identificados en un tuit por Nader Rajab, miembro de Tajdeed: el presidente de la asociación, Reda Rajab, y el investigador Jalal Al-Qassab.
La organización ha emitido un comunicado en el que rechaza las acusaciones y mantiene su inocencia, afirmando que no cuestiona el Corán ni las enseñanzas del Profeta Muhammad (la paz sea con él). Cuestiona las opiniones de los eruditos posteriores, incluidos los contemporáneos.
"La Sociedad Al-Tajdeed rogará que se rechacen los cargos que se le imputan, porque se trata de una acusación basada en un malentendido, resultado de una campaña de truncamiento y distorsión de los contenidos que difunde, cuyo objetivo es, en particular, santificar el libro de Dios de la invalidación y criticar las interpretaciones ilógicas que se le han añadido", ha declarado la organización.
El activista bahreiní pro democracia Nabeel Rajab, encarcelado en el pasado por sus opiniones políticas, calificó la "incitación sistemática" contra Tajdeed de "violación flagrante" de los derechos humanos. "Los derechos humanos están legislados para todos, y no podemos destacarlos en un lugar y pasarlos por alto en otro", tuiteó.
La semana pasada se cumplieron 11 años del levantamiento prodemocrático que tuvo lugar en Bahréin en el marco de la Primavera Árabe de la región. Las protestas fueron brutalmente aplastadas por las fuerzas de seguridad, que contaron con el apoyo de personal de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.