Un equipo israelí que había ido a Turquía para ayudar en las labores de búsqueda y rescate tras los mortíferos terremotos del 6 de febrero devolvió unos pergaminos judíos centenarios que se había llevado del país.
Según el sitio web turco Haber7, el equipo israelí de búsqueda y rescate, conocido como ZAKA, se había llevado en secreto los pergaminos históricos del Libro de Ester de la sinagoga de Antakya, dañada por el terremoto.
Los medios de comunicación israelíes afirmaron que los pergaminos históricos fueron entregados a Haim Otmazgin, jefe de la ZAKA, para que los transportara a un lugar seguro tras expresar su preocupación por que los pergaminos "cayeran en manos equivocadas".
El militar israelí que se llevó el pergamino citó las palabras del judío: "Temo que los pergaminos caigan en manos equivocadas debido a nuestra proximidad a Siria. Por favor, protéjanlos y asegúrense de que se nos recuerda".
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El Ministerio turco de Cultura y Turismo anunció ayer que el Departamento de Lucha contra el Contrabando había iniciado una investigación sobre este caso. Según se informó, la investigación se llevará a cabo en coordinación con el Ministerio de Asuntos Exteriores turco, tras lo cual se tomarán las decisiones oportunas.
La medida israelí fue condenada por los usuarios de las redes sociales, que acusaron a Israel de "robo" y "contrabando" de los manuscritos después de que Turquía anunciara que los manuscritos habían sido devueltos.
"El rollo de Ester fue entregado por Israel y se conserva en nuestro Gran Rabinato. Volverá a su hogar tras la renovación de nuestra Sinagoga de Antakya", declaró el Ministerio de Cultura y Turismo.
"Nuestras obras pertenecientes a todo tipo de creencias y culturas que han existido durante siglos dentro de las fronteras de nuestro país seguirán siendo cuidadosamente protegidas en estas tierras".
"Restauraremos nuestra sinagoga de Antakya, junto con todas las demás obras registradas dañadas, y la reabriremos al culto de nuestros ciudadanos", añadió el ministerio.
El pasado 6 de febrero, Turquía y la vecina Siria se vieron sacudidas por devastadores terremotos que causaron más de 45.000 muertos y millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria.
Un nuevo seísmo de magnitud 6,3 sacudió ayer el sur de Turquía, causando al menos ocho muertos y centenares de heridos, según Anadolu.