Los residentes de todo el Líbano se han echado a la calle en la noche del lunes, mientras un nuevo terremoto de 6,3 grados sacudía el sur del país causando al menos ocho muertos y centenares de heridos, informó Anadolu News Agency.
En la capital, Beirut, decenas de residentes, presas del pánico, huyeron de sus zonas residenciales temiendo que los edificios pudieran derrumbarse.
El seísmo se sintió también en Palestina y Egipto y se produce apenas dos semanas después de que dos terremotos mortales sacudieran el sur de Turquía y el noroeste de Siria, causando la muerte de más de 45.000 personas.
Save the Children ha advertido de que la salud mental de siete millones de niños está en peligro durante años. Muchos vieron morir a sus familiares y amigos bajo los escombros y siguen sin tener un lugar seguro al que ir.
Y añade que, para los niños libaneses, los terremotos les habrán traído recuerdos de la mortífera explosión del puerto de 2020 y el trauma de tener que enfrentarse a ella.
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