Organizaciones tunecinas de derechos humanos condenaron el miércoles al presidente Kais Saied por pronunciar lo que calificaron de discurso "racista" sobre los migrantes del África subsahariana. En su opinión, el discurso incita al "odio" y es probable que alimente la crisis migratoria.
Saied insistió el martes en la necesidad de tomar "medidas urgentes" para detener el flujo de "hordas de inmigrantes irregulares" procedentes del África subsahariana, porque conduce a "violencia y crímenes". Hizo este comentario tras presidir una reunión del Consejo de Seguridad Nacional en el Palacio de Cartago.
El portavoz oficial del Foro Tunecino de Derechos Económicos y Sociales, Ramadan Bin Omar, declaró a la Agence France-Presse que "el discurso estaba impregnado de racismo y odio, desgraciadamente. Esperábamos ver al jefe de Estado que representa al país que ha firmado tratados internacionales y herramientas jurídicas internacionales, y hoy el presidente ha pronunciado un discurso de este tipo. Es un asunto muy grave... Condenamos totalmente este discurso".
Según Bin Omar, Saied "explota" la crisis de los inmigrantes para conseguir dos objetivos: "El primero es distraer a la opinión pública con cuestiones ficticias y aludir a un nuevo peligro para desviar la atención de las cuestiones económicas y sociales, y el segundo es una clara y completa obediencia a las exigencias y presiones de las autoridades italianas para controlar el flujo de inmigrantes."
El discurso de Saied también fue condenado por la organización antirracista Mnemty. "Denunciamos, con gran indignación, el odio y la agresión emitidos por la Presidencia de la República", dijo, "y un llamamiento que incita a la violencia contra los inmigrantes negros del África subsahariana que residen en Túnez."
El discurso también provocó reacciones en las redes sociales por parte de activistas que se dividieron entre el apoyo y la crítica.
"Desgraciadamente, es un discurso que no se parece en nada a Túnez", escribió en Facebook Mustafa Abdelkabir, activista de derechos humanos y director del Observatorio Tunecino de Derechos Humanos. "El estatus internacional y la historia de Túnez son mucho mayores que este discurso. Saied debería haber diagnosticado los problemas y haber establecido un plan estratégico bien definido para el proceso de inmigración."
Sin embargo, el político francés de extrema derecha Eric Zemmour escribió en Twitter que "los países del Magreb han empezado a dar la voz de alarma para luchar contra la escalada de la inmigración. ¿A qué esperamos?".
Las declaraciones de Saied se produjeron pocos días después de que más de veinte organizaciones tunecinas de derechos humanos denunciaran lo que calificaron de "discurso de odio" público contra los inmigrantes del África subsahariana. Las ONG pidieron a las autoridades tunecinas que abordaran "el discurso del odio, la discriminación y el racismo" en las redes sociales y otros medios de comunicación.
Túnez acoge a unos 21.000 inmigrantes, entre estudiantes y residentes legales. La mayoría proceden de Costa de Marfil, Mali, Camerún, Ghana y Guinea. La población total de Túnez es de 12 millones de habitantes.