Un hombre que presuntamente es uno de los principales financiadores de la organización militante Hezbolá, respaldada por Irán, ha sido detenido en Rumanía antes de su extradición a Estados Unidos, cinco años después de que Washington lo designara "terrorista global".
Las autoridades rumanas detuvieron a Mohammad Ibrahim Bazzi, de 58 años, tras su llegada ayer a la capital, Bucarest, y al parecer será extraditado a Estados Unidos acusado de financiar a Hezbolá con millones de dólares a través de sus actividades empresariales en Bélgica, Líbano, Irak y África Occidental.
El ciudadano libanés y belga fue designado "terrorista global" por Estados Unidos en 2018, con una oferta de 10 millones de dólares por información sobre su paradero. Esa designación prohibió efectivamente a todos los estadounidenses realizar negocios o transacciones con Bazzi o en su beneficio.
A pesar de ello, Bazzi y otro ciudadano libanés -Talal Chahine, de 78 años- urdieron una serie de métodos para ocultar su actividad a las fuerzas de seguridad y a la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), incluida la transferencia de fondos a través de un tercero en China como parte de una compra ficticia de equipos para restaurantes y un tercero en el Líbano como parte de una compra inmobiliaria inventada.
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Otro método fue el intento de canalizar dinero a través de familiares de Chahine en Kuwait como parte de préstamos intrafamiliares inventados, así como parte de un acuerdo de franquicia ficticio como pago por los derechos de explotación de una cadena de restaurantes de origen libanés en todo Estados Unidos.
Según el fiscal de EE.UU. en Brooklyn, Breon Peace, los cargos por los que se llevará a cabo la extradición de Bazzi y Chahine figuran en una acusación presentada ante el tribunal federal de Brooklyn el mes pasado. "Según la acusación, Mohammad Bazzi pensó que podía trasladar en secreto cientos de miles de dólares de Estados Unidos a Líbano sin ser detectado por las fuerzas del orden. La detención de hoy demuestra que Bazzi estaba equivocado", declaró Peace. "Nuestra oficina se ha comprometido a garantizar que se respetan las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense y que se priva de fondos a los financiadores del terrorismo".
El agente especial en funciones de la Drug Enforcement Agency (DEA), Daniel Kafafian, declaró también que "los acusados en este caso intentaron proporcionar ayuda financiera continuada a Hezbollah, una organización terrorista extranjera responsable de muerte y destrucción". Insistió en que los "hombres y mujeres de la DEA se han comprometido a trabajar con nuestros homólogos policiales y extranjeros para desbaratar y desmantelar las operaciones de estas organizaciones y de quienes deciden apoyarlas financieramente."
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