Israel ha erigido "un régimen de apartheid formal y en toda regla", afirmó ayer el editorial del diario Haaretz, en una dura advertencia sobre el rumbo del Estado de ocupación. Llamando la atención sobre las medidas introducidas por el gobierno de extrema derecha dirigido por Benjamín Netanyahu, el editorial de Haaretz afirmaba que entre ellas se incluye la polémica decisión de conceder al ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, el control sobre la Cisjordania ocupada.
Durante décadas, Israel ha gobernado los territorios palestinos ocupados más allá de la Línea Verde (del Armisticio) de 1949 mediante una administración militar. De hecho, se trata de un "principio de derecho internacional". Sin embargo, durante las conversaciones de coalición de enero se llegó a un acuerdo para someter los territorios ocupados a un gobierno civil.
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"Una vez que se aplique el acuerdo, Smotrich se convertirá en el gobernador de Cisjordania, con poderes que le permitirán controlar casi todas las áreas de la vida allí, incluyendo la planificación, la construcción y la infraestructura, que tiene la intención de utilizar para ampliar la empresa de asentamientos y detener todo el desarrollo palestino", dijo Haaretz.
Aunque es poco probable que esto influya en el ritmo de construcción de asentamientos ilegales o en el trato inhumano que reciben los palestinos, transferir el control de la admiración militar a una autoridad civil tiene importantes ramificaciones. Según Haaretz, constituirá una anexión de jure de la Cisjordania ocupada. Se suponía que la anexión formal había quedado bloqueada tras los llamados Acuerdos de Abraham, y los líderes árabes defendieron el acuerdo de normalización diciendo que había impedido que Israel se anexionara formalmente Cisjordania.
Los anteriores gobiernos israelíes se han mostrado cautelosos a la hora de interferir en la estructura formal de gobierno de los territorios palestinos ocupados, aunque siguieron adelante con una política de máxima expansión de los asentamientos y de limpieza étnica. Al menos en teoría, Israel se presentaba como una fuerza militar ocupante temporalmente y, hasta que se alcanzara una solución acordada con los palestinos, seguiría siendo una potencia ocupante. En la práctica, sin embargo, Israel no ha dado muestras de poner fin a la ocupación y trata a Cisjordania como parte de lo que será el "Gran Israel".
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"En términos legales, la asignación de poderes gubernamentales en Cisjordania a su nuevo gobernador civil... constituye una anexión de jure de Cisjordania", dijo Haaretz. "A la luz del hecho de que no hay intención de conceder derechos civiles a los millones de palestinos que viven en Cisjordania, el resultado... es un régimen formal de apartheid en toda regla".
Esto, añade el periódico, es una "grave violación del derecho internacional". Las principales organizaciones de derechos humanos ya han concluido que Israel es culpable del crimen de apartheid, entre ellas Amnistía Internacional, Human Rights Watch y B'Tselem.
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