Las autoridades tunecinas han detenido a uno de los destacados dirigentes del Movimiento Ennahda, así como a un ex ministro y a militantes del Partido Republicano, en un nuevo episodio de la serie de detenciones que se están produciendo en el país.
El movimiento confirmó que las fuerzas de seguridad detuvieron, el lunes por la noche, al ex diputado Sayed Al-Ferjani, mientras que algunas fuentes indicaron que se presentaron cargos contra él en el marco del caso relacionado con la empresa de medios de comunicación Instalingo, acusada de fomentar el caos y conspirar contra la seguridad del Estado, como ya se había investigado anteriormente a otros dirigentes del movimiento, como su presidente, Rashid Ghannouchi, que negó cualquier relación con este caso.
El Partido Constitucional reveló que las autoridades han detenido a los activistas Wissam Al-Saghir, Buthaina Khaleghi y Osama Ghulam, en el contexto del lanzamiento de una amplia campaña en las redes sociales para exigir la liberación del secretario general del partido, Essam Al-Shabi, detenido en el marco del caso de "conspiración contra la seguridad del Estado".
Fuentes de los medios de comunicación revelaron la suspensión del ex ministro de Medio Ambiente, Riad Al-Mokhakh, por cargos relacionados con "corrupción financiera y administrativa" durante su etapa al frente del Ministerio."El principal objetivo de las recientes detenciones es intimidar a los opositores y cortar el paso a la aparición de cualquier figura rival a Qais Said, a la manera del faraón que mató deliberadamente a todos los hombres para seguir siendo el único gobernante absoluto, y luego sembrar el terror en los corazones del público en general, como ocurre con todas las dictaduras", declaró el ex ministro Rafiq Abdus Salam.
"Lo que estamos viviendo hoy es un escándalo por donde se lo mire, ya que el Estado fue incapaz de producir un escenario y una narrativa convincentes para la opinión pública sobre las acusaciones que finalmente se fabricaron para los detenidos, la acusación de conspiración contra la seguridad del Estado es una miserable acusación que se tiró por las escaleras y se volvió a sacar, después de haber sido utilizada en los reinados de Burguiba y Ben Ali, pero de una forma más pulcra que hoy", dijo Riad Al-Shuaibi, asesor del presidente del Movimiento Ennahda.
Por otra parte, la filtración de las actas de la investigación con los detenidos en el caso de "conspiración contra la seguridad del Estado" ha desatado una amplia polémica, sobre todo a la luz de la confirmación de la defensa de los detenidos de que el caso carece de pruebas y se basa principalmente en un "chivatazo" de algunos informadores, con el fin de ajustar cuentas políticas.
Una de las transcripciones hace referencia a un relato de un informador que se hacía llamar "xxx", en el que habla de la existencia de un "complot" en el que estarían implicadas personalidades tunecinas y extranjeras para "dar un golpe de Estado contra el régimen", señalando como responsable de este complot al empresario detenido, Kamal Latif, de quien dijo que era dirigente del Movimiento Ennahda y una figura de seguridad implicada en el mismo.
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Manar Iskandarani, líder del Movimiento Ennahda, comentó: "esta novela no puede ser creída por una persona razonable. Se está jugando con el Estado y su seguridad nacional. El asunto ha superado el nivel de un ajuste de cuentas con opositores para implicar a las instituciones estratégicas del Estado, la administración, la seguridad, el ejército y la judicatura en la locura de una persona", afirmó.
La abogada Dalila Mosaddegh confirmó que el expediente del caso de conspiración contra la seguridad del Estado carece de pruebas, y señaló que "todos los documentos son imágenes de pantallas de teléfono de conversaciones en la aplicación WhatsApp entre los acusados del caso".
"El archivo de la causa se inició con el chivatazo de un informante (que está encarcelado por la misma causa) que vino él mismo y habló de que tenía información sobre la existencia de una conspiración". "Su denuncia es una represalia para todos aquellos que provocaron su encarcelamiento. Hay otro chivato de un testigo anónimo que, a su vez, está implicado en un caso de conspiración contra la seguridad del Estado y tiene prohibido viajar. Este caso es una operación fabricada por las autoridades tunecinas contra la oposición", ha declarado.