Organizaciones egipcias de derechos humanos han publicado una carta filtrada de la Prisión de Reforma y Rehabilitación Badr 3, que revela la continuación de las violaciones contra los detenidos, especialmente la denegación de atención médica.
Según la carta, el 2 de marzo la administración de la prisión se negó a proporcionar tratamiento a un detenido enfermo, a menos que los detenidos retiraran una cubierta que habían colocado en las cámaras de vigilancia instaladas para vigilar sus movimientos las 24 horas del día dentro de sus habitaciones.
La carta filtrada confirma que los detenidos de la prisión Badr 3 insisten en tapar las cámaras de vigilancia; se oponen a las malas condiciones de reclusión, a la prohibición de recibir visitas familiares, a que se les impida hacer ejercicio y a la mala calidad de la comida.
Según la Red Egipcia de Derechos Humanos, la prisión Badr 3 -que alberga a algunos de los presos de conciencia más destacados del país- ha sido testigo de una huelga de hambre masiva y de varios intentos de suicidio en las últimas semanas como consecuencia de "trágicas circunstancias", entre ellas la prohibición de recibir visitas familiares y una atención médica inadecuada.
En febrero, Hossam Abu Shorouq se suicidó en el interior de su celda, mientras que otro detenido, Muhammad Turk Abu Yara, intentó suicidarse después de que los funcionarios de prisiones se negaran a permitirle ponerse en contacto con su familia, que vive en la zona de Turkiye afectada por el terremoto.
Un tercer recluso, Awad Nouman, también intentó suicidarse y fue trasladado al hospital de la prisión.
Los presos pidieron, en una carta filtrada que enviaron a sus familias el mes pasado, a las organizaciones internacionales de derechos humanos y a las Naciones Unidas que intervinieran para poner fin a su sufrimiento y exigieran responsabilidades a las autoridades egipcias.
El Comité de Justicia, organización de derechos humanos con sede en Ginebra, afirmó haber documentado al menos cinco muertes en el interior de la prisión debidas a negligencia médica.
Mientras que Amnistía Internacional ha documentado que los presos de la prisión Badr 3 están recluidos en "condiciones crueles e inhumanas", donde los "detenidos tiritan en celdas frías, con luz fluorescente en las paredes las 24 horas del día".
"Hay cámaras de vigilancia instaladas por todas partes; se les prohíbe el acceso a necesidades básicas como alimentos adecuados, ropa y libros. Se les niega todo contacto con sus familias o abogados", añadía en un informe publicado en octubre.
LEER: ¿Cómo de profundos son los problemas económicos de Egipto?