Las fuerzas de ocupación israelíes anunciaron ayer que desde hoy y hasta el miércoles no funcionará ningún paso fronterizo ni puesto de control, con lo que Cisjordania y la Franja de Gaza ocupadas quedarán incomunicadas.
La decisión se produce cuando Israel se prepara para celebrar la festividad judía de Purim mañana y el miércoles. Los cierres son una práctica habitual durante la festividad nacional judía de Purim, y los militares afirman que se trata de una medida preventiva.
Se harán excepciones para casos humanitarios y otros casos pendientes. Aún así, requerirán la aprobación del Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), la fuerza de ocupación encargada de los asuntos palestinos en los territorios ocupados.
Según el Times of Israel, la ocupación dijo que los pasos fronterizos para los palestinos se reabrirían el jueves "sujetos a una evaluación de la situación".
Las medidas israelíes incluyen el cierre de todas las carreteras principales, el establecimiento de puestos de control militares y la intensificación de la presencia del ejército, así como el cierre de todos los pasos fronterizos en torno a la Franja de Gaza, estrechando aún más el asedio.
Se dice que todas estas acciones abusivas y opresivas contra los palestinos son necesarias como medio de "asegurar las celebraciones de los colonos."
El año pasado fue el primero en cinco años en que no se impuso un cierre en la Cisjordania ocupada. Estos cierres perjudican y limitan aún más el crecimiento de la economía palestina.
Purim se celebra todos los años el 14 del mes hebreo de Adar, que suele caer a finales de invierno o principios de primavera.
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