Un mes después de los devastadores terremotos del 6 de febrero en Turquía, el gobierno está haciendo grandes esfuerzos en todos los campos para una rápida recuperación, mientras las heridas de las víctimas del desastre se curan día a día con la ayuda de funcionarios, organizaciones no gubernamentales y material de ayuda humanitaria procedente del extranjero.
Después de que los seísmos de magnitud 7,7 y 7,6 centrados en el sur de la provincia de Kahramanmaras afectaran a más de 13 millones de personas en 11 provincias, muchas personas fueron dirigidas a lugares más seguros en todo el país.
El número de muertos por los devastadores seísmos ha ascendido a 45.968, entre ellos 4.267 sirios, según declaró el sábado el ministro del Interior, Suleyman Soylu.
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Los equipos oficiales y voluntarios de búsqueda y rescate y demás personal de apoyo llegaron a las regiones afectadas por el seísmo horas después de la catástrofe, y los primeros refugios provisionales se construyeron en cuestión de días.
El cálculo de los daños sólo incluía los edificios residenciales y no residenciales y las infraestructuras, pero no las repercusiones económicas más amplias ni las pérdidas para la economía turca.
Las provincias afectadas por el seísmo representaron alrededor del 9% de las exportaciones totales del país en 2022, por valor de 20.500 millones de dólares, y Gaziantep se llevó la parte del león con 10.520 millones de dólares.
La participación de estas provincias en el PIB del país se sitúa en torno al 9,5%.
Atilla Benli, jefe de pagos de la Asociación de Seguros de Turkiye, declaró que, además del seguro obligatorio contra terremotos, el sector asegurador pagará más de 20.000 millones de liras turcas (unos 1.100 millones de dólares) en la fase inicial a las víctimas.
Además de los daños sufridos por las viviendas, el seísmo causó daños en un gran número de vehículos, añadió.
Refugios provisionales
Hasta el 5 de marzo se habían construido más de 400.000 tiendas de campaña en todas las provincias afectadas por el terremoto, de las cuales 370.482 habían sido preparadas por funcionarios, anunció el ministro del Interior del país, Suleyman Soylu.
Alrededor de 1,5 millones de víctimas del seísmo viven actualmente en tiendas de campaña, añadió Soylu.
Los funcionarios y las ONG también han estado preparando refugios temporales, contenedores y casas de ladrillo.
Mientras tanto, la Administración para el Desarrollo de la Vivienda de Turkiye empezó a construir casas permanentes para las víctimas y tiene previsto empezar a entregar casas en el plazo de un año.
Más de 617.500 personas han sido evacuadas hasta el 2 de marzo por vía aérea de las provincias afectadas por el terremoto, mientras que 292 vuelos han transportado ayuda humanitaria a la región.
Turkish Airlines, Pegasus, SunExpress, Freebird Airlines, Cortex Aviation, Corendon Airlines, Tailwind Airlines, Air Anka, Mavi Gok Airlines, MNG Airlines, ULS Airlines y ACT Airlines se han sumado a las operaciones.
Las víctimas también pueden optar por vivir gratuitamente en dormitorios u hoteles, en lugar de en tiendas de campaña, mientras que el gobierno también presta ayuda a las víctimas que optan por alquilar una casa.
Programas de apoyo
Tras los desastres, los bancos y el organismo de control bancario del país tomaron muchas medidas para aliviar las condiciones de las víctimas, como reducir el importe mínimo de pago de las tarjetas de crédito y aplazar los pagos de los préstamos.
El gobierno también facilitó los trabajos oficiales a empresas y particulares, y redujo o eliminó algunos pagos de impuestos.
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Las empresas de las regiones afectadas por el seísmo pueden beneficiarse de subsidios por jornada reducida.
El gobierno también paga 10.000 liras turcas (530 dólares) a las víctimas del seísmo cuyas casas resultaron dañadas y 100.000 liras (5.300 dólares) a aquellos cuyos familiares fallecieron.
La Unión de Cámaras y Bolsas de Productos Básicos de Turquía reveló recientemente un plan para reactivar la economía de las 11 provincias afectadas por el seísmo.
Se animó a las empresas productoras a cubrir sus necesidades de materias primas y semiproductos con empresas situadas en las provincias afectadas por el seísmo.
El plan también pretende respaldar a las empresas víctimas del seísmo con material técnico, recortes fiscales y ayudas salariales.
Algunas ONG han empezado a trabajar en las regiones afectadas por el seísmo para que continúe la producción agrícola en el marco de una campaña denominada "Es tiempo de cosechar".
A través de este programa, cuyo objetivo es recoger los productos no cosechados y venderlos a los minoristas a precio de mercado, los agricultores reciben un pago inmediato.
La Junta Turca de Cereales también prosigue sus actividades, comprando productos en la región del terremoto sin limitación de tipo o cuota.
Campañas de ayuda
Las empresas turcas anunciaron numerosas medidas de apoyo, como ayuda monetaria, ayuda humanitaria y empleo de las víctimas.
Empresas de todo el mundo, como Mitsubishi, Tesco, Uber, PayPal, Cisco, Caterpillar, Adidas, PwC, Mondelez y Rosatom, también apoyaron a las víctimas del terremoto a través de diversos programas.
Diez días después de la catástrofe, la campaña turca para las víctimas del terremoto "Turkiye One Heart" recaudó unos 115.000 millones de liras turcas (6.100 millones de dólares).
Muchos países e instituciones anunciaron también proyectos de ayuda.
Los países árabes y del Golfo donaron cantidades de ayuda monetaria y proporcionaron una enorme cantidad de ayuda humanitaria y refugios.
Las campañas de Arabia Saudí y Qatar recaudaron casi 100 millones de dólares, mientras que el líder qatarí, Tamim bin Hamad Al Thani, donó personalmente 14 millones.
EAU y Libia también donaron 50 millones de dólares cada uno.
Desde Kuwait hasta Egipto, otros países árabes aportaron donaciones en especie y en efectivo, mientras que países de renta baja, como Yemen y Palestina, también hicieron donaciones.
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