El presidente de Israel, Isaac Herzog, declaró el lunes por la noche que la situación en el país es "muy grave" y puede tener consecuencias políticas, económicas, sociales y de seguridad, según ha informado Israel Today. Herzog se refería a las protestas en curso contra el plan de "reforma judicial" del gobierno de coalición, que han llevado a decenas de miles de israelíes a las calles durante las últimas diez semanas.
Herzog hizo estas declaraciones durante una ceremonia en la que el Ayuntamiento de Tel Aviv le concedió a él y a otras personas la ciudadanía honoraria de la ciudad. El presidente mencionó la próxima votación en la Knesset sobre el plan del gobierno, y el impacto de las divisiones en la sociedad israelí, que se hace evidente en las enormes manifestaciones de las que ha sido testigo el país.
"Me gustaría dedicar unas palabras a la lucha interna que nos está desgarrando en estos momentos", dijo Herzog. "No es ningún secreto que dedico todo mi tiempo y energía a buscar acuerdos que nos rescaten de la crisis constitucional y social en la que nos encontramos". Confirmó que se está reuniendo con todas las partes implicadas, incluidos el Gobierno y la oposición. "No se trata de un compromiso político, es un esfuerzo de Sísifo para encontrar una fórmula correcta de equilibrio y esperanza, porque la situación es muy difícil y preocupante."
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Los esfuerzos de mediación liderados por Herzog con el objetivo de alcanzar un acuerdo no han logrado avances significativos hasta el momento. Los líderes de la oposición piden al gobierno que congele la legislación relacionada con el plan de "reforma judicial", para dar tiempo a que las conversaciones tomen forma, y el gobierno pide conversaciones sin condiciones previas.
En la misma ceremonia, la presidenta del Tribunal Supremo, Esther Hayut, declaró que observa con gran preocupación cómo el gobierno está aplastando la unidad israelí y dañando el delicado tejido de la existencia de Israel.
Esta semana está previsto que la coalición gubernamental someta a votación en la Knesset una controvertida sección del paquete de reformas judiciales. La sección otorgará a los miembros de la Knesset la capacidad de proteger casi todas las leyes de lo que consideren injerencias del Tribunal Supremo, explicó el Times of Israel.
La Knesset aprobó el 21 de febrero la primera lectura de un paquete del proyecto de ley de reforma del poder judicial que prevé cambiar el mecanismo de formación del comité de selección de jueces, de modo que el gobierno -en este caso, la administración de extrema derecha más extrema que ha tenido Israel- tenga pleno control sobre él. El proyecto debe superar tres lecturas en el Parlamento para convertirse en ley.
Según la oposición israelí, el plan del gobierno es un "golpe judicial" y el principio del fin de la democracia en el Estado de ocupación. Sin embargo, el Primer Ministro Benjamin Netanyahu ha reiterado que su objetivo es restablecer el equilibrio entre poderes -ejecutivo, legislativo y judicial- que ha sido "violado" durante las dos últimas décadas.