Líbano tiene que auditar su compañía eléctrica estatal, entre otras reformas exigidas por el Banco Mundial, antes de que éste se plantee financiar el deteriorado sector eléctrico libanés, según declaró el martes el vicepresidente regional del Banco, Ferid Belhaj, informa Reuters.
El suministro público de electricidad en Líbano ha sido deficiente desde la guerra civil que asoló el país entre 1975 y 1990, pero se ha deteriorado aún más en los últimos tres años, ya que la crisis financiera ha debilitado la capacidad del gobierno para conseguir combustible.
Líbano ha estado esperando acceder a la financiación del Banco Mundial, pero Belhaj dijo al primer ministro provisional del país, Najib Mikati, que Líbano todavía necesita auditar Electricity du Liban (EDL), activar su recién anunciada autoridad reguladora y recuperar los costes de suministro mediante el cobro, según un comunicado de la oficina de Mikati, que no contó con comentarios del primer ministro.
"Estas son las tres condiciones y, si se cumplen, el Banco Mundial está dispuesto a reconsiderar la cuestión de la financiación del sector eléctrico en Líbano", según el comunicado citado por Belhaj.
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El país ha firmado acuerdos para recibir electricidad de Jordania y gas natural de Egipto, ambos a través de Siria, lo que añadiría hasta 700 megavatios de potencia a la red del país, aumentando el suministro eléctrico en varias horas.
El Banco Mundial aceptó financiar los acuerdos si Líbano promulgaba las tan esperadas reformas del sector eléctrico.
Las centrales eléctricas estatales están casi totalmente fuera de servicio y los recortes en las subvenciones al combustible han disparado los costes de funcionamiento de los generadores privados.
Human Rights Watch afirmó la semana pasada que décadas de abandono, mala gestión y presunta corrupción han hecho que la energía sea inaccesible para muchos libaneses, lo que a su vez ha exacerbado la pobreza y dificultado el acceso de la población a los alimentos, el agua y la atención sanitaria.
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