Israel ha reaccionado a las críticas europeas impidiendo que el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, realice una visita oficial al Estado de ocupación y a la Autoridad Palestina. "No hay razón para recompensarle [a Borrell] por su conducta", declaró Israel en un arrebato de ira.
El desaire se produce tras los comentarios realizados por Borrell el martes al dirigirse al Parlamento Europeo durante una sesión especial sobre "el deterioro de la democracia en Israel". Denunciando los comentarios del alto representante, Israel dijo a la UE que no se "entrometiera" en sus asuntos internos.
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Borrell fue más mordaz en sus críticas a Israel en un artículo publicado la semana pasada. "La violencia de los colonos israelíes en Cisjordania amenaza cada vez más la vida y los medios de subsistencia de los palestinos, casi siempre con impunidad", afirmó. "Además, las operaciones militares israelíes suelen causar la muerte de civiles palestinos, a menudo sin una rendición de cuentas efectiva; los asentamientos ilegales se están expandiendo en tierras ocupadas; y el delicado statu quo relativo a los Santos Lugares se está erosionando.
"Mientras que los israelíes pueden contar con un Estado y un ejército fuertes, los palestinos no tienen ese recurso. Esta enorme desigualdad en la capacidad de controlar el propio destino es visible en cada puesto de control al borde de la carretera. Todos estos hechos son obstáculos para la paz".
Sólo desde principios de 2023, más de 80 palestinos han muerto en ataques del ejército israelí y de colonos. Todos los asentamientos israelíes y de colonos judíos en territorio palestino son ilegales según el derecho internacional.
La UE, que es el mayor socio comercial de Israel y representa el 29% de su comercio de mercancías, ha dado muestras de que está perdiendo la paciencia con las habituales violaciones de derechos humanos y el incumplimiento del derecho internacional por parte del Estado ocupante.
Los estrechos lazos económicos de la UE con Tel Aviv se han mantenido en un contexto de violencia israelí, elección de un gobierno de extrema derecha y retroceso democrático. Esto ha afectado a la credibilidad del bloque de 27 miembros. El consenso dentro de la comunidad mundial de derechos humanos sobre la práctica del apartheid por parte de Israel también ha arrinconado a la UE, que ha puesto en ridículo su afirmación de ser partidaria de las normas internacionales.
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