Llegar a un abismo en Israel está "al alcance de la mano", advirtió ayer el presidente, Isaac Herzog, en referencia a las recientes protestas que se desataron tras el anuncio de un proyecto de reforma por parte de la coalición de extrema derecha.
"Cualquiera que piense que una verdadera guerra civil, de vidas humanas, es una línea a la que no llegaremos no tiene ni idea", dijo Herzog durante un vídeo en directo en Facebook, añadiendo que las protestas habían dañado "la economía, la seguridad, la sociedad, las relaciones políticas de Israel y, lo que es más importante, la cohesión de la nación".
"Continuó diciendo que todos los israelíes buscaban "un plan que traiga tanto justicia como paz".
La coalición del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, propuso recientemente medidas que cambiarían la forma de nombrar a los jueces, dando a la Knesset más supervisión y al gobierno más poder en el comité que los selecciona.
La propuesta ha provocado grandes protestas, en las que durante el fin de semana participaron 300.000 personas, incluidos funcionarios y militares.
Las empresas también han empezado a retirar fondos de Israel por temor a lo que puedan provocar las propuestas en caso de que no haya separación entre el Estado y el poder judicial.
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