Legisladores europeos han pedido al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) que lleve a cabo una investigación sobre el envenenamiento de decenas de miles de alumnas en Irán, mientras crecen las acusaciones sobre la posible implicación del gobierno iraní en los casos.
A principios de este mes, medios de comunicación estatales y funcionarios iraníes revelaron y anunciaron la investigación del país sobre los "presuntos envenenamientos" de al menos cientos de estudiantes -en su mayoría niñas- que habían enfermado y habían sido hospitalizados tras una aparente exposición a gases tóxicos en decenas de escuelas durante un periodo de unos tres meses.
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El líder supremo, ayatolá Alí Jamanei, calificó entonces los envenenamientos de crimen "imperdonable" que debe castigarse con la muerte si es deliberado, y las autoridades detuvieron a varias personas que, según dijo, estaban relacionadas con el incidente. El gobierno también acusó a algunas de ellas de estar relacionadas con "medios de comunicación disidentes con base en el extranjero".
Aunque algunos políticos han culpado a grupos religiosos contrarios a la educación de las niñas, muchos activistas han acusado directamente al gobierno iraní y al estamento religioso de provocar los envenenamientos en venganza por la asistencia de muchas escolares a protestas contra el gobierno y sus leyes sobre el hiyab desde septiembre, cuando la joven de 22 años Mahsa Amini murió bajo custodia de las autoridades iraníes.
En su resolución del jueves, el Parlamento Europeo condenó "en los términos más enérgicos este atroz intento de silenciar a las mujeres y las niñas en Irán", e instó a los Estados miembros de la UE a empezar a conceder visados, asilo y ayudas de emergencia a quienes necesiten salir de Irán, "especialmente mujeres y niñas".