El responsable de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, anunció ayer que la UE está preocupada por el deterioro de la situación política y económica en Túnez y teme que pueda colapsar.
"La situación en Túnez es muy, muy peligrosa", advirtió Borrell tras una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la UE en Bruselas, y añadió: "Si se hunde económica o socialmente, nos encontraremos en una situación en la que llegarán a Europa nuevos flujos migratorios. Tenemos que evitar esta situación", dijo.
Explicó que los ministros de Asuntos Exteriores de la UE pidieron a Bélgica y Portugal que enviaran representantes a visitar Túnez para "evaluar la situación y volver con un informe que guíe nuestros futuros pasos".
"La Unión Europea no puede ayudar a un país incapaz de firmar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional", dijo Borrell, subrayando que "el Presidente Kais Saied debe firmar con el FMI y aplicar el acuerdo, de lo contrario la situación será muy grave para Túnez".
Saied impuso medidas excepcionales el 25 de julio de 2021, que incluían la disolución del Consejo Judicial Supremo y del Parlamento, la promulgación de leyes por orden presidencial y la aprobación de una Constitución mediante referéndum.
Las fuerzas tunecinas consideran las medidas de Saied como una "consolidación del gobierno individual absoluto" y un "golpe contra la revolución". Sus partidarios, sin embargo, afirman que actuó como una "corrección del rumbo de la revolución de 2011", que derrocó al ex presidente Zine El Abidine Ben Ali.
Sin embargo, Saied, que asumió la presidencia para un mandato presidencial de cinco años en 2019, consideró que sus medidas eran "necesarias y legales" para salvar al Estado del "colapso total".
Los disturbios posteriores en el país han llevado al FMI a cesar las conversaciones sobre un posible préstamo para ayudar a impulsar la recuperación económica del país tras el coronavirus y estas medidas políticas.
LEER: "destacadas personalidades" serán juzgadas por corrupción en Irak