El Ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, no tardó en hacer otra declaración traicionera tras pedir explícitamente que se aniquile el pueblo palestino de Huwara. Durante un acto conmemorativo privado en París, Smotrich declaró que los palestinos son una invención. Los palestinos, según Smotrich, inventaron "un pueblo ficticio en la Tierra de Israel y reclaman derechos ficticios en la Tierra de Israel sólo para luchar contra el movimiento sionista". Para supuestamente respaldar su afirmación, Smotrich describió su declaración como "la verdad bíblica", a pesar de que el sionismo surgió a finales del siglo XIX como una ideología política colonial de colonos europeos.
"El Estado de Israel es un milagro; la economía de Israel es un milagro. Contrariamente a las mentiras de los líderes de la campaña [BDS] que se están difundiendo contra nosotros en el mundo, estamos difundiendo el bien a todos los residentes del país, judíos y no judíos", continuó Smotrich. Qué bien habría hecho el borrado de Huwara a la población "no judía", Smotrich no lo define. Smotrich tampoco se refiere a los miles de millones que EE.UU. promete anualmente a Israel, que alimentan su complejo militar-industrial y, en consecuencia, la economía de Israel. No hay milagros, sólo lealtades y acuerdos comerciales.
El ministro de Asuntos Exteriores israelí Bezalel Smotrich pidió que el pueblo palestino de Huwara fuera "borrado de la faz de la tierra" - Caricatura [Sabaaneh/Monitor de Oriente].
La Nakba de 1948, durante la cual aproximadamente 750.000 palestinos fueron desplazados de sus hogares y 530 aldeas destruidas, constituyó una limpieza étnica de la población palestina autóctona que era conocida por el movimiento sionista y por los paramilitares que posteriormente se incorporaron a las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF).
En 1969, la entonces Primera Ministra de Israel, Golda Meir, contribuyó al borrado de los palestinos cuando negó su existencia. "¿Cuándo hubo un pueblo palestino independiente con un Estado palestino? ... No es que hubiera un pueblo palestino en Palestina que se considerara a sí mismo un pueblo palestino y nosotros llegáramos y los echáramos y les quitáramos su país. No existían".
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Huelga decir que los comentarios de Smotrich suscitaron muchas críticas en todo el mundo, aunque ninguno de los actores políticos llamará la atención al gobierno israelí por hacer del borrado de los palestinos una narrativa dominante. El responsable de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, por ejemplo, se limitó a proferir adjetivos como peligroso, inaceptable e irresponsable, mientras se preguntaba cuál habría sido la reacción si un dirigente palestino declarara que el Estado israelí no existe.
En realidad, no hay equivalencia. Los palestinos no pueden negar la existencia de la empresa colonial de los colonos israelíes en su tierra, ya que no sólo borraría aún más su historia, sino que también deslegitimaría su resistencia anticolonial. Pero nada de esto le importa a Borrell, porque los palestinos no son más que un peón en la diplomacia de los dos Estados para la UE. Mientras tanto, al no reconocer la memoria colectiva de los palestinos, la UE, junto con la comunidad internacional, refuerza los esfuerzos del gobierno israelí por borrar a los palestinos.
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