Un alto cargo recién elegido líder de los Hermanos Musulmanes ha declarado que planea "reactivar el movimiento, relanzarlo y fortalecerlo, ocuparse de sus miembros detenidos y de sus familias, y promover a gente más joven para que lo dirija". Salah Abdul Haqq fue elegido vicelíder supremo de la Hermandad a principios de esta semana.
Abdul Haqq afirmó que el movimiento había superado muchos retos históricos gracias a la flexibilidad de sus dirigentes, e insistió en que la solución a todos los desafíos pasa por el diálogo, no por la confrontación. La Hermandad no se involucrará en ninguna confrontación en aras del poder.
El nuevo líder supremo adjunto añadió que el movimiento sabe cómo abordar diversos asuntos basándose en sus propios principios y en su comprensión de los textos religiosos. Reiteró que es "nacionalista y siente el dolor y el sufrimiento del pueblo egipcio" bajo el régimen autoritario de El Cairo, al que criticó por la forma en que está gestionando la situación política en Egipto. No obstante, dejó entrever la posibilidad de una cooperación.
Salah Abdul Haqq nació en 1945 y se afilió a los Hermanos Musulmanes en 1962. Detenido por el régimen de Gamal Abdul Nasser en 1965, pasó nueve años en prisión antes de ocupar diversos cargos de responsabilidad dentro del movimiento.
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