El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha pedido que se juzgue a los responsables del atentado contra la iglesia de Getsemaní en la Jerusalén ocupada.
El viernes, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, compartió una declaración oficial: "Estamos convencidos de que no hay justificación, y que nunca puede haberla, para tales actos criminales, y esperamos que las autoridades israelíes proporcionen una evaluación inequívoca de lo sucedido y tomen medidas exhaustivas para llevar a los autores ante la justicia y prevenir la repetición de tales ataques en el futuro."
Zakharova expresó la "profunda preocupación" de Moscú por tales comportamientos abusivos, señalando: "El número de incidentes anticristianos ha crecido a un ritmo alarmante en los últimos tiempos, ya que iglesias, cementerios de diversas confesiones cristianas, clérigos y monjes se han convertido en blanco de estos ataques."
El 19 de marzo, dos colonos asaltaron la iglesia e intentaron destruir su contenido, infligiendo daños físicos a miembros del clero e intimidando a visitantes y peregrinos.
Se trata del quinto ataque de este tipo contra lugares de culto cristianos en la Jerusalén ocupada perpetrado por extremistas judíos desde principios de año. Anteriormente, los colonos asaltaron la Iglesia de la Flagelación en la Ciudad Vieja de Jerusalén, rompieron y destruyeron parte de su contenido e intentaron prenderle fuego. También atacaron el cementerio de la Iglesia Episcopal, además de intentar irrumpir en el Patriarcado Armenio, mientras escribían frases racistas en sus paredes.
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