El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní se ha pronunciado en contra de un ataque aéreo estadounidense en las inmediaciones de la región oriental siria de Deir ez-Zour, que se produjo en respuesta a un presunto ataque con drones iraníes el jueves en el que murió un contratista estadounidense y otras seis personas resultaron heridas, entre ellas cinco soldados.
En un comunicado, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Nasser Kanani, afirmó que los ataques "terroristas" perpetrados el viernes por Estados Unidos alcanzaron objetivos civiles y constituyeron una violación del derecho internacional y de la soberanía siria. En el ataque habrían muerto 19 personas, entre ellas 16 militantes apoyados por Irán y tres soldados sirios, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"Las afirmaciones de Estados Unidos de que está presente en Siria para luchar contra Daesh, en cuya creación él mismo tuvo un papel importante, no son más que una excusa para continuar su ocupación y saquear la riqueza nacional de Siria, incluidos sus recursos energéticos y su trigo", afirmó.
"La continuación de la presencia militar ilegal de EE.UU., además de la ocupación de franjas del suelo sirio y el ataque a varios objetivos en ese país equivalen a la violación de las leyes internacionales, así como de la soberanía nacional y la integridad territorial del país", añadió el portavoz.
Según Al-Mayadeen, citando una fuente de seguridad, una base estadounidense en el campo petrolífero de Al-Omar fue blanco de un ataque con misiles el viernes por la mañana. Ayer, el máximo órgano de seguridad iraní, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional (SNSC), denunció los ataques aéreos estadounidenses contra bases vinculadas a Irán en Siria, que según él se habían establecido "a petición del gobierno sirio". El SNSC también advirtió que los ataques serían recibidos con una "respuesta rápida".
En agosto del año pasado, el Ministerio de Asuntos Exteriores sirio afirmó que las pérdidas sufridas por el sector del petróleo y el gas del país debido a la ocupación en curso y al saqueo de los recursos del país por parte de Estados Unidos ascendían a 107.000 millones de dólares desde el comienzo de la crisis siria en 2011.