La comunidad internacional debe adoptar "medidas firmes y de principios" para proteger los derechos humanos y la dignidad de los palestinos, declaró ayer un funcionario de las Naciones Unidas.
"La violencia israelí, incluidas las mortíferas operaciones de asalto en el campo de refugiados de Yenín el 26 de enero, en la ciudad vieja de Naplusa el 22 de febrero y en Jericó el 1 de marzo, han dejado un devastador balance de 80 palestinos muertos y más de 2.000 heridos en menos de 90 días", declaró en un comunicado oficial la relatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, quien añadió que un total de 13 israelíes fueron asesinados por palestinos durante el mismo periodo.
Albanese señaló que la "destrucción deliberada y sistemática de viviendas, infraestructuras civiles y propiedades por parte de Israel en medio de una retórica hostil antipalestina y de planes declarados de anexionarse aún más tierras palestinas" había aumentado el "sentimiento de desesperación de la población palestina ocupada."
"La ola de violencia mortal que recorre Cisjordania ocupada desde principios de este año es la consecuencia inexorable de una ocupación adquisitiva y represiva sin final a la vista, y de la cultura de anarquía e impunidad que Israel ha alimentado y disfrutado", advirtió.
El funcionario de la ONU explicó que la "falta de intervención significativa" de la comunidad internacional había llevado a Israel a "consolidar su ocupación adquisitiva y represiva".
Albanese señaló que los Estados miembros de la ONU habían ofrecido "poco más que una condena simbólica, humanitarios que proporcionaban ayuda en forma de tiritas y juristas enredados en debates teóricos", a pesar de que habían sido testigos de "décadas de cifras récord de muertos y heridos palestinos en el territorio ocupado".
El experto humanitario instó a los miembros de la ONU a "ir más allá del mero recuento de víctimas y del llamamiento a la contención", subrayando que no deben permanecer "en silencio ante las atroces violaciones".