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La Knesset aprueba una ley que permite registros policiales sin una orden judicial

Agentes de policía toman medidas de seguridad mientras organizaciones no gubernamentales israelíes se reúnen frente al edificio del Parlamento (Knesset) [Mostafa Alkharouf - Agencia Anadolu].

Mientras aumenta el caos de la delincuencia en la sociedad árabe, la Knesset ha aprobado una ley impulsada por la extrema derecha israelí que permite a la policía registrar domicilios sin orden judicial. Mientras tanto, el ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, trabaja para formar una guardia nacional tras llegar a un acuerdo con el primer ministro Benjamin Netanyahu.

En una entrevista con Arab48, el abogado Khaled Al-Zabarqa describió la ley, que permite a la policía realizar registros domiciliarios sin orden judicial, como: "política y destinada a hostigar aún más a los árabes, no a combatir la violencia, los delitos y el comercio de armas".

El proyecto de ley, que permite a los agentes de policía registrar domicilios sin necesidad de una orden judicial, fue aprobado esta semana en segunda y tercera lectura por mayoría en la Knesset. La propuesta de ley fue presentada por el partido de extrema derecha Otzma Yehudit, dirigido por Ben-Gvir.

Comentando la aprobación de la ley, Al-Zabarqa dijo a Arab48: "No confiamos en los procedimientos y la legislación del gobierno porque está claro que este gobierno es un gobierno fascista y busca con todas sus fuerzas restringir la presencia árabe en el interior de Palestina, especialmente en las ciudades mixtas. Considera la presencia árabe y la población árabe como una amenaza para el Estado judío".

Y añadió: "por lo tanto, vemos estas medidas con recelo y preocupación porque se beneficiarán de ellas con un objetivo político, y no para aplicar la ley, preservar la vida de las personas y luchar contra la delincuencia."

Al-Zabarqa explicó: "Estas legislaciones se dictan debido a la presencia de un ministro extremista, fascista y terrorista, que fue condenado por terrorismo en el pasado. Hoy está al frente de este ministerio y, por tanto, utilizará esta ley para poner en práctica su agenda extremista y racista, lo que duplica el peligro de esta ley."

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En cuanto a su respuesta a la pregunta sobre si faltan herramientas policiales para combatir la violencia y la delincuencia, Al-Zabarqa respondió: "A la policía no le faltan herramientas para combatir la violencia, la delincuencia y el tráfico de armas, pero la policía israelí alega impotencia ante la delincuencia en la sociedad árabe."

Subrayó: "Creemos que lo que le falta a la policía no son las herramientas, sino la voluntad. Si tiene la voluntad real de luchar contra la violencia y la delincuencia, lo conseguirá".

Al-Zabarqa afirmó que está claro que el origen de las balas en el país son las autoridades oficiales, como lo demuestra el hecho de que: "Si la policía se limitara a vaciar las fuentes de las balas, las armas se quedarían sin balas y no serían más que un montón de metal. No tenemos fábricas de armas y balas. El 99% de las armas y balas proceden del ejército. Así que, si se tuviera la intención y se secaran las fuentes de las balas, se eliminaría el comercio de armas y se reducirían significativamente los asesinatos y tiroteos".

En cuanto a la formación de una guardia nacional por orden de Ben-Gvir, Al-Zabarqa aclaró: "Se trata de milicias, no de una guardia nacional. Quieren transformar las milicias que asaltaron a los árabes en el levantamiento de Karamah, que los mataron e hirieron, quemaron sus propiedades y atacaron a los vulnerables en sus casas y vehículos, de grupos terroristas en cuerpos oficiales con poderes oficiales por ley y equiparlos con armas legales."

Al-Zabarqa subrayó que estos grupos son milicias en todos los sentidos de la palabra, y su objetivo es político, ya que buscan sembrar el caos en la comunidad árabe dentro de las zonas palestinas.

En respuesta a una pregunta sobre si estas milicias son el brazo extremista que servirá a la agenda de Ben-Gvir, añadió: "Se trata del brazo extremista del Estado, porque un Estado que guarda silencio sobre esta realidad significa que está satisfecho con la formación de tales milicias, ya que debe estar detrás de ellas. Intenta hacer creer que esto procede de una persona insignificante como Ben-Gvir, pero nosotros señalamos con el dedo al propio Estado".

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