Estados Unidos ha afirmado su continuo apoyo a todos los esfuerzos encaminados a una solución global de la guerra de Yemen, así como su respaldo a Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos frente a los ataques respaldados por Irán.
En una declaración publicada por la Casa Blanca con motivo del primer aniversario de la tregua en Yemen, el presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó el domingo que ésta había "salvado innumerables vidas yemeníes, permitido el aumento de la ayuda humanitaria en todo el país, permitido a los yemeníes viajar por todo Oriente Próximo y establecido las condiciones para una paz global".
Biden también mencionó que el hecho de que "los ataques transfronterizos [contra Arabia Saudí] desde Yemen hayan cesado en el último año, así como los ataques aéreos dentro de Yemen, es otro resultado positivo de la tregua".
El presidente subrayó que EE.UU. "sigue plenamente comprometido con nuestros socios en la región, y espera seguir trabajando con ellos para poner fin a la guerra en Yemen."
Ha pasado un año desde que se anunció la tregua de seis meses de la ONU entre las partes de la guerra en Yemen. Entró en vigor el 2 de abril. Desde entonces, Yemen ha sido testigo del periodo más largo de relativa paz desde el estallido de la guerra en el país, que entra en su noveno año.
Yemen vive en un estado de no guerra, aunque no de paz completa, tras medio año de tregua continua sin acuerdo, ya que el acuerdo original expiró a principios de octubre. Los Houthis se negaron a prorrogarlo y desde entonces han puesto una serie de condiciones para aceptar la prórroga, además de lanzar ataques contra las ciudades de Marib y Taiz.
Yemen sufre la guerra que comenzó después de que los houthis, apoyados por Irán, se hicieran con el control de la capital, Saná, y de varias provincias, a finales de 2014. El conflicto se ha intensificado desde marzo de 2015, después de que una coalición militar árabe liderada por Arabia Saudí interviniera para apoyar al gobierno legítimo.
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