Un alto cargo del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina en la diáspora ha descrito los acontecimientos en la mezquita de Al-Aqsa, en la Jerusalén ocupada, como una "batalla existencial contra el enemigo sionista y su gobierno racista", ha informado Quds Press. Abdel Jabbar Saeed añadió que también es una "batalla de voluntades y derechos sagrados".
Saeed subrayó esta mañana que los ataques israelíes contra los que están en reclusión religiosa - itikaf - en la mezquita de Al-Aqsa y su santidad como lugar de culto "deben ser desafiados con todo tipo de resistencia." Hizo un llamamiento al pueblo palestino para que intensifique su presencia en la mezquita de Al-Aqsa y se recluya allí por centenares de miles para "hacer frente a este ataque fascista y racista".
Hamás, señaló, insiste en que la reclusión en la mezquita ya no es opcional, sino una obligación religiosa en defensa de la mezquita de Al-Aqsa y de quienes se encuentran en ella. Instó a todos a movilizarse e ir a Jerusalén y a la mezquita de Al-Aqsa por todos los medios posibles para apoyarles.
"El ataque de la ocupación israelí contra el santuario fue un ataque contra toda la nación árabe e islámica", dijo Saeed en un discurso dirigido a la población de la región, "y exige salir a la calle, anunciar el apoyo a los palestinos, estar al lado de quienes están recluidos y de la mezquita de Al-Aqsa, y presionar a la ocupación para que ponga fin a su racismo, fascismo y agresión." Hizo un llamamiento al mundo árabe e islámico para que no abandonen Al-Aqsa.
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