Tras dos días de violentos ataques israelíes contra fieles en la mezquita de Al Aqsa, unos 140.000 fieles musulmanes asistieron a las oraciones de Isha y Taraweeh en el 16º día del Ramadán, informó la agencia de noticias Wafa.
Todo ello a pesar del endurecimiento de las restricciones y la intensificación de los despliegues militares a las puertas del lugar sagrado y por toda la Ciudad Vieja de Jerusalén.
El martes, las fuerzas de ocupación israelíes asaltaron la mezquita de Al Aqsa y agredieron a fieles. Las impactantes escenas de los ataques se compartieron ampliamente en las redes sociales, provocando la indignación internacional.
Se vio a policías fuertemente armados empujando a pacíficos fieles musulmanes de sus alfombras de oración, entre ellos ancianos, y obligándoles a abandonar el lugar.
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En otras escenas, se filmó a la policía golpeando con porras y culatas de fusil a fieles que aparecían tendidos en el suelo y disparando gases lacrimógenos en el interior de la mezquita, mientras se oían gritos de protesta de mujeres.
La ocupación israelí afirma que los fieles musulmanes profanaron la mezquita de Al Aqsa y, por tanto, querían evacuarlos.
Testigos de Jerusalén refutaron las afirmaciones de la policía israelí y dijeron que habían sido evacuados del lugar sagrado durante las incursiones de los colonos en los días de la Pascua judía.