Unas 15 alumnas iraníes han sido ingresadas en un hospital de las afueras de Teherán para recibir tratamiento por envenenamiento, informó el domingo la agencia de noticias Anadolu.
Los medios de comunicación locales de Irán citaron a funcionarios del suburbio de Pardis, a 17 kilómetros al noreste de Teherán, diciendo que las alumnas de la escuela femenina Al Khayyam se quejaron de malestar tras la explosión de una granada improvisada.
El gas que salió de la explosión hizo que las estudiantes se sintieran mareadas y al menos 15 de ellas habían sido ingresadas en un hospital local para recibir tratamiento.
Según los informes, todas las chicas se recuperaron y recibieron el alta hospitalaria al poco tiempo, y se ha abierto una investigación sobre el incidente.
En otro incidente registrado el sábado en la ciudad septentrional de Ardabil, un vídeo publicado en Internet mostraba una ambulancia hospitalaria aparcada frente a una escuela femenina.
Los médicos del Centro de Emergencias Médicas de Ardabil informaron a los medios locales de que varias estudiantes se habían quejado de síntomas como ansiedad, dificultades respiratorias y dolor de cabeza, y fueron ingresadas en hospitales.
La mayoría de estas estudiantes ya han sido dadas de alta de los hospitales, según declararon los funcionarios a los medios de comunicación iraníes.
El mismo día, sábado, se recibieron informes de envenenamientos en dos escuelas femeninas de la provincia suroccidental de Juzestán, y varias alumnas fueron trasladadas al hospital para recibir tratamiento.
Los primeros casos de estos envenenamientos se registraron en noviembre de 2022 en la ciudad central de Qom, cuando decenas de alumnas fueron hospitalizadas tras quejarse de náuseas, dolor de cabeza, dificultades respiratorias, tos y dolor corporal.
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Según Anadolu, la misteriosa enfermedad se extendió a otras ciudades en las semanas siguientes, incluida la capital, Teherán, causando conmoción.
A finales del año civil iraní, el 20 de marzo, al menos 1.200 escolares habían sido ingresadas en hospitales de varias ciudades iraníes tras quejarse de síntomas relacionados con el envenenamiento. Según algunos informes, la cifra es mucho mayor.
Según el director de la comisión, Hamidreza Kazemi, una comisión parlamentaria de investigación debe presentar su informe en mayo.
El mes pasado, el Ministerio del Interior iraní anunció la detención de 100 personas en varias provincias, entre ellas Teherán, Qom, Zanján, Juzestán y Azerbaiyán Occidental, en relación con los envenenamientos.
El Líder Supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, en sus primeros comentarios sobre el asunto, el 6 de marzo, lo calificó de "pecado mayor e imperdonable", y ordenó a las autoridades que "persiguieran seriamente el asunto".
"Si se demuestra que los estudiantes fueron envenenados, los autores de este crimen deben ser severamente castigados. No habrá amnistía para estas personas", afirmó.
El jefe de la judicatura iraní, Mohseni Ejei, lo calificó de ejemplo de "corrupción en la tierra" y advirtió de un "castigo ejemplar" a quienes se descubra implicados en él.